El 2 de enero de 2024, el Ayuntamiento de Cádiz informó, por medio de una nota de prensa, que había adjudicado a Endesa la adquisición del suministro de energía durante dos años por un montante de 43 millones de euros.
Ni el comunicado remitido ni los pliegos de contratación hacían referencia al origen de la electricidad, marcando de esta manera un giro copernicano con respecto a la política de Eléctrica de Cádiz hasta entonces.
Cabe recordar que en la última licitación con José María González, Kichi, al frente del equipo de Gobierno, y cuyo procedimiento se inició en mayo de 2022 por 152,5 millones de euros y resultó desierto, el pliego de prescripciones técnicas indicaba en su punto 6 que “toda la energía suministrada bajo el presente contrato deberá ser de origen renovable”. Esta cláusula no aparece, sin embargo, en la documentación del contrato adjudicado finalmente a Endesa por parte del Ayuntamiento.
Ahora, la factura que ha llegado a los hogares de los abonados ya no incluye el “100% renovable, cero emisiones” habitual.
Además, si en los últimos años, en la escala sobre el origen e impacto ambiental de la electricidad consumida situaba el suministro de Eléctrica de Cádiz en A, que indica el mínimo impacto, se coloca en B.
Finalmente, la página web de la empresa pública ha borrado de un plumazo el apartado donde se daba cuenta del compromiso medioambiental, bajo el nombre “Conoce tu energía”. En la actualidad, solo se plantean los argumentos comerciales para elegir Eléctrica de Cádiz como empresa, sin que haya referencia alguna a la energía 100% renovable.