Del 27 al 29 de junio, la Fundación Valentín de Madariaga y Oya acogerá la 29ª edición de Techstars Startup Weekend Sevilla, un encuentro intensivo donde participantes de diversos perfiles trabajarán durante 54 horas para convertir ideas en proyectos reales. El evento, impulsado por INCIBE y Sherpa Tribe, pone el foco en la ciberseguridad y la formación práctica como motor del emprendimiento. Jaime Aranda, organizador del evento desde SevillaUP, nos ofrece su visión sobre el ecosistema local y el valor transformador del fin de semana.
Jaime Aranda, organizador del evento Techstars Startup Weekend Sevilla, defiende el potencial de la ciudad para emprender, pero advierte: “Aún falta cultura y formación específica para que el emprendimiento sea la primera opción”. El ecosistema emprendedor en Sevilla ha vivido una transformación notable en la última década. Así lo asegura Aranda, quien destaca que “el emprendimiento ya no es algo extraño en la ciudad” y que existen programas que acompañan a las startups desde etapas tempranas. “Ese es el rol de Startup Weekend. Nosotros estamos incluso antes del espíritu emprendedor”.
Durante este evento de 54 horas, los participantes —con o sin experiencia previa— entran en contacto directo con el proceso de creación de una startup. “Los participantes se descubren a sí mismos como profesionales capaces de detectar problemas y proponer soluciones viables”, afirma. “Es casi como un petardo en la mano cerrada, que te explota y te transforma”. Uno de los principales retos locales, según Aranda, es la falta de formación emprendedora real. “Aunque estamos mejor que hace una década, aún vivimos en una sociedad donde emprender no es la primera opción”. Además, destaca carencias en habilidades blandas como liderazgo o trabajo en equipo, que “el sistema educativo sigue sin incorporar de forma efectiva”.
En cuanto a tecnologías emergentes, la inteligencia artificial ya es una herramienta clave. “La tratamos con total normalidad. No te va a generar el negocio, pero sí te ayuda a identificar oportunidades y validar ideas”, explica. “No sería coherente desarrollar una idea de espaldas a la IA, igual que no tendría sentido ignorar el comercio electrónico hoy día”.
Sobre la continuidad de los proyectos, Aranda es claro: “Las ideas que llegan al domingo lo hacen porque han pasado por un proceso muy realista. Si no hay encaje con el mercado, se detecta en las primeras horas”. Añade que “una buena idea no basta sin compromiso; su continuidad depende de la voluntad del equipo”. En cuanto al impacto esperado, subraya el componente cultural: “Hay una cultura empresarial que también se aprende. Nuestra mayor aspiración es que las personas tomen conciencia de que también pueden ser emprendedores”. Y concluye: “Ofrecer una alternativa a la mentalidad que dice ‘que emprenda otro’ es nuestro mayor logro”.