El Personal Docente e Investigador (PDI) de la Universidad de Málaga ha llevado a cabo una concentración frente al Rectorado, en la zona de la ampliación del Campus de Teatinos, para protestar contra el plan de ajuste promovido por el gobierno andaluz. Este plan, según denuncian, está traduciéndose en pérdida de empleo público, empeoramiento de las condiciones laborales y merma en la calidad del servicio educativo que ofrece la institución.
La protesta, apoyada por diversas organizaciones sindicales y políticas, pone el foco en la precariedad que sufre la plantilla universitaria, especialmente en el ámbito investigador. Los manifestantes alertan de que este deterioro no es casual, sino parte de una estrategia para debilitar la universidad pública y abrir paso a modelos privados sin los controles de calidad necesarios.
Toni Morillas, coordinadora provincial de IU Málaga y concejala por Con Málaga, ha criticado que la Junta "infrafinancia deliberadamente" la universidad pública mientras allana el camino para la implantación de centros privados. En Málaga se prevé la apertura de dos nuevas universidades privadas, una decisión que la formación considera perjudicial para el sistema educativo y la equidad de acceso.
Por su parte, Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, ha comparado este proceso con el vivido en la sanidad pública andaluza. Asegura que se trata de un “deterioro consciente”, con el objetivo de provocar un trasvase hacia instituciones privadas “sin rigor investigador ni docente”.
Maíllo ha cargado especialmente contra el consejero de universidades, José Carlos Gómez Villamandos, antiguo rector universitario, a quien ha acusado de actuar en contra de los principios que defendía en su etapa anterior. “Es una vergüenza ética y profesional”, ha sentenciado.
Desde el sindicato CCOO, Antonio Sánchez ha denunciado que este ajuste no solo compromete el presente de la UMA, sino también su futuro como institución pública de referencia en la provincia. Ha subrayado que el modelo educativo actual está en riesgo si no se garantiza una financiación y estabilidad adecuada para el profesorado y personal investigador.
Sánchez ha aprovechado la ocasión para hacer un llamamiento a toda la comunidad universitaria a sumarse a las protestas que continuarán tras el verano. “Solo 15 minutos de concentración bastan para mostrar el desacuerdo de toda la plantilla”, ha asegurado.
La movilización en Málaga es solo una muestra del creciente malestar en el sistema universitario andaluz. La comunidad académica exige no solo mejoras laborales, sino también un compromiso real con el mantenimiento de una universidad pública, de calidad y accesible para toda la ciudadanía.
