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Jerez

El precio del alquiler obliga a familias a hacinarse en pisos compartidos

Cáritas advierte de que una habitación cuesta ya lo mismo que antes una vivienda completa

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  • Presentación de la memoria anual de Cáritas. -

Cáritas Diocesana observa ya con preocupación las dificultades crecientes que encuentran las familias que acoge para acceder a una vivienda, dándose el caso de que la compra “es imposible” pero además cada vez resulta “más difícil” hacer frente siquiera a un alquiler.  

La situación está llegando a un extremo que los pisos “se alquilan por habitaciones”, lo que lleva a varias familias que ni siquiera se conocen a convivir bajo un mismo techo, “compartiendo las zonas comunes” y recluyéndose después en su cuarto.

“Se paga por habitación lo que antes costaba un piso completo y se están generando ya situaciones de hacinamiento, además de que pueden surgir problemas de convivencia porque muchas veces la familia ni siquiera conoce a quienes viven en la otra habitación”, alertaron este martes tanto Milagros Díaz como Eugenio Sánchez, coordinadora general y director de Cáritas Diocesana, respectivamente, en el balance de gestión del pasado ejercicio de esta organización.

Esta realidad no afecta únicamente a desempleados, sino también a quienes perciben salarios insuficientes para hacer frente a necesidades básicas “porque los trabajos son precarios, están contratados por la mitad de las horas que realmente trabajan o cobran por debajo de lo que está fijado por convenio”.

Cáritas atendió el pasado ejercicio a 20.673 personas, 12.495 de ellas en el término municipal de Jerez, movilizando recursos por importe total de 3,1 millones de euros, una cifra muy similar a la de 2023. Tampoco se aprecian cambios notables en el perfil de las personas acompañadas, que se corresponde con el de una mujer (70%), de nacionalidad española (72%), de entre 45 y 64 años (42%), y que forma parte de un hogar integrado por una pareja con hijos (34%).

La organización respondió a 29.966 peticiones de ayuda, destacando las 19.212 relacionadas con cuestiones básicas como alimentación, ropa o calzado. Por detrás se situaron las iniciativas vinculadas con el empleo y la formación (4.381), las que proporcionaron apoyo educativo (3.617), las que atendieron la salud física, mental y emocional (978) o las relativas al ámbito de la vivienda y la adecuación del hogar (832).  

Las subvenciones públicas cubrieron el 30% del total del presupuesto, mientras que las aportaciones de socios y donantes alcanzaron el 29%. Además, las colectas y campañas financiaron el 17% del ejercicio y las donaciones en especie el 16%.

Cáritas incidió en la formación y la inserción laboral de personas excluidas, haciendo frente el pasado ejercicio a 771 acciones, un 52% más que el año anterior. En ese periodo se consiguió que un total de 104 personas, el 27% de las que fueron acompañadas, obtuvieran un contrato de trabajo. En 2024 se continuó apostando por la economía social, a través de la empresa de inserción Casa Común, que permitió realizar 24 contratos de inserción a personas que están siendo acompañadas a través de diversos talleres.

Toda esta actividad fue posible gracias a la colaboración de 661 personas voluntarias, así como de 1.069 socios y donantes particulares y 140 empresas y entidades privadas.

El obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, incidió precisamente en el papel que desempeña el voluntariado, que constituye “el gran capital” de Cáritas Diocesana, asegurando además que muchas de las personas que son atendidas en primera instancia más tarde se convierten “en colaboradoras de la acción caritativa” de la institución. 

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