Con estas palabras ha clausurado el líder del PP el Foro de Empleo celebrado en Las Palmas, al que no sólo han asistido altos cargos de la organización, sino también expertos afiliados al partido o simpatizantes, casos del presidente de Bankia, Rodrigo Rato, o del exsecretario general de CCOO José María Fidalgo.
Rajoy ha apuntado algunas de las reformas que ha prometido que hará porque no queda otra salida, como la simplificación de la tipología de contratos, de modo que se acabe con la dualidad indefinido-temporal, o como la revisión de la negociación colectiva para que los convenios se discutan en el ámbito de cada empresa.
Es necesario, a su entender, implantar en España una regulación laboral que favorezca la creación de puestos de trabajo y que se parezca a la que tienen otros países del entorno.
Una de las metas de esa nueva regulación es la de acabar con la temporalidad, y como primer paso, según ha dicho la portavoz del grupo popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, durante una charla con periodistas, el PP se abstendrá en el último decreto-ley del Gobierno para potenciar el empleo de los jóvenes.
A los populares no les gusta ese compendio de medidas porque hace del contrato temporal "la norma general", y del indefinido, "la excepción", en palabras de Rajoy, y porque quiere evitar que el Gobierno entre en "negociaciones de última hora" para dar prevalencia a los convenios autonómicos, ha afirmado Sáenz de Santamaría.
El presidente del PP ha reconocido que, no obstante, el decreto contiene aspectos con los que está de acuerdo, aunque no ha precisado cuáles.
Las propuestas que ha lanzado Rajoy no son nuevas, pero inciden en la línea de las que ayer sugirió Rato, como la simplificación del diseño de los contratos.
No obstante, la que pide ligar salarios con productividad de la empresa no la ha mencionado el presidente del PP aunque varios de sus dirigentes, como Cristóbal Montoro o Estaban González Pons, la asumieron ayer sin concretar si será parte del programa electoral.
La lista de reformas que quiere impulsar Rajoy no acaba aquí, y así, ha citado también la del sector financiero, que nuevamente ha pedido se termine "de una vez".
Ha precisado al respecto que si gana las elecciones del 20 de noviembre, se sentará para hablar "a fondo" con los bancos con el fin de que "asuman su parte de responsabilidad" y avancen en soluciones a uno de los principales problemas actuales: la circulación del crédito.
Todas las reformas las llevará a cabo desde "la concordia" y sin exclusiones, aunque para ello ha solicitado a los ciudadanos que se involucren en el proyecto porque la recuperación económica es "una tarea colectiva" y el PP no puede sacarla adelante "en solitario".
Se ha mostrado convencido de que los ciudadanos sabrán entender los cambios que se le proponen y de que, sólo así, se acabarán "los líos y las divisiones".
Nada más llegar a La Moncloa, si lo hace, presentará un plan a cuatro años con medidas económicas muy claras para despejar la desconfianza y dejar claro que la prioridad, "la urgencia nacional" y "la cuestión de supervivencia" de España es la creación de empleo.
Sus políticas, como la fiscal o el saneamiento de las cuentas públicas, según la cual revisará cada partida de los Presupuestos, se orientarán a este fin, ha indicado.
Rajoy no ha dado cifras de cuántos puestos de trabajo aspira a crear su partido si vence el 20 de noviembre, pero sí se ha mostrado convencido de que podrá lograrlo y de que, gracias a ello, los servicios públicos en España estarán a salvo.
Al líder del PP, que ayer llegó a Las Palmas, aunque no para participar en el Foro de Empleo, sino porque debía asistir a una boda, han arropado y dado su apoyo muchas personas, la mayoría de ellas con su libro de memorias bajo el brazo.
Rajoy ha tardado en abandonar la sala donde ha hablado alrededor de media hora, pues se ha pasado un buen rato firmando ejemplares de su libro a pesar de que el puesto de venta colocado fuera no mostraba mucha actividad.