La excavación, tal y como ha explicado en un comunicado el Ayuntamiento gaditano, tiene como objetivo documentar la existencia de necrópolis de época antigua (fenicia, púnica y romana), fechadas a partir de los conjuntos de sepulturas fenicio-púnicas del siglo V antes de Cristo hasta niveles Bajoimperiales adscribibles, así como a la existencia de restos de centros industriales antiguos.
En este punto de los trabajos, según el informe del equipo de arqueólogos, se han documentado tres momentos históricos bien diferenciados: una época feno-púnica --en el que destaca una gran tumba de sillares, expoliada de antiguo, adscribible al siglo V antes de Cristo--; una época romana altoimperial, --con una amplia tipología de tumbas y ajuares, que nos aportan unas cronologías de cambio de era a mediados-finales del siglo I después de Cristo--; y finalmente, una época romana bajoimperial, --representada por una pileta “muy arrasada” que amortiza materiales constructivos altoimperiales, fechada en el siglo V después de Cristo.
El equipo arqueológico de la empresa Loggia SL, que es la que está llevando a cabo los trabajos, que ha documentado que las inhumaciones se localizan en fosa “simple, tegulae, en cista y bajo ánfora”; mientras las inhumaciones y cremaciones se documentan en fosa, urna y asociadas a estructuras de sillares de pequeño tamaño.
Buen estado
Los ajuares que se han encontrado están “en un buen estado de conservación” y, entre ellos, destacan elementos de tocador como agujas de vidrio y ungüentarios de cerámica y vidrio (algunos con restos de la pintura original), askoi de tradición púnica, lucernas de disco y volutas (con decoración variada) amuletos y colgantes de cerámica y pasta vítrea. Esta excavación arqueológica se está llevando a cabo en el solar donde irá el futuro aparcamiento y nuevo pabellón Portillo.
