El bailaor Joaquín Cortes será juzgado el próximo jueves por la Audiencia Provincial de Madrid por supuestamente apropiarse de cerca de 600.000 euros que iban a ser destinados a un proyecto fracasado que pretendía crear un local de flamenco en la calle Toledo de Madrid.
El juicio se celebra a instancias de una querella presentada en 2003 por los inversores contra el bailaor, su hermana y el apoderado de la empresa. A pesar de que la Fiscalía no acusa, la causa sigue adelante por la acusación particular.
Según el fiscal, los hechos arrancan en octubre de 1998 cuando los representantes de la sociedad Gitana Producciones y Gaviota Morena S.L., entre los que figuraba Joaquín, firman un documento con la sociedad G.Export S.A. para llevar a cabo un proyecto empresarial al que denominan Proyecto Gitana.
Para ello, suscriben el capital por partes iguales y a tal fin 'G.Export se comprometió a entregar cerca de 600.000 euros para contribuir a la financiación de las obras.
Según el fiscal, el proyecto inicial fracasó por factores externos y fueron surgiendo discrepancias en torno a las exigencias de realizar nuevas aportaciones dinerarias para culminar el proyecto.
Finalmente, G Export S.S. reclamó las cantidades entregadas, exigiendo la resolución del contrato, sin que "pueda constatarse que la parte querellada se apropiase o desviase de las cantidades reseñadas, hacia otros fines, que los previstos en el contrato".