La Fiscalía de Sevilla ha pedido dos años y medio de cárcel para un padre y su hijo, propietarios de una tienda dedicada a vender obras de arte enclavada en pleno casco histórico de la capital hispalense, que están acusados de encargar a un herrero que cortara en tres partes una escultura declarada pieza del patrimonio histórico español y perteneciente a la Edad Moderna --siglos XVI al XVIII-- al objeto de "obtener un mayor beneficio económico".
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal dice que el acusado F.B.F. y su hijo, A.B.S., encargados de una tienda dedicada a la venta de obras de arte, principalmente clásico, encargaron durante el mes de julio de 2007 a un herrero también acusado por estos hechos e identificado como J.M.J., el corte en tres piezas de una figura denominada 'Hipólito o Niño Corriendo' "con la pretensión de obtener un mayor beneficio económico".
Según indica la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, el corte se llevó a efecto mediante un instrumento mecánico, tras lo cual el herrero acusado colocó en el torso un vástago de hierro a fin de estabilizarlo. La figura, declarada pieza del patrimonio histórico español y perteneciente a la Edad Moderna, sufrió con ello un daño por valor de 8.000 euros, considerado "grave e irreversible".
Así, si previamente a su corte estaba valorada en 18.000 euros, tras la restauración --cuyo coste será de 6.000 euros-- pasará a valer 10.000 euros, indica la Fiscalía.
De otro lado, relata que el 11 de julio de 2007 fueron intervenidas en el aeropuerto de Sevilla dos esculturas --una cabeza romana con diadema y un busto de Venus-- que padre e hijo "habían vendido por 58.000 euros a una persona residente en Méjico y a la que le iban a ser remitidas vía Reino Unido".
Según el fiscal, la exportación "iba a ser llevada a cabo sin solicitar el requerido permiso de exportación" que concede el director General de Bellas Artes y Bienes Culturales, "y sin el pago de la tasa exigida para los supuestos de exportación de bienes culturales con carácter definitivo fuera de la Unión Europea".
No obstante, el envío no se realizó finalmente por la intervención policial, que intervino en la Aduana del aeropuerto de Sevilla un cubo de basura en el que viajaban ambas figuras como material ordinario. Las piezas, cabeza y busto, resultaron finalmente pertenecer respectivamente a la Edad Moderna y siglos I-II, teniendo un valor de 300 y 12.000 euros.
Tras tener conocimiento de la intervención de las piezas "y conscientes de que, a diferencia de la Venus, que ya tenía desde 2001 un expediente de importación", la cabeza con diadema "carecía de documentación que amparara un origen legal", los dueños de la tienda de obras de arte "procedieron a la creación de documentación falsa con la finalidad de reducir las consecuencias que por parte del Ministerio de Cultura le podían ser impuestas".
Para ello, dieron instrucciones a un ciudadano extranjero residente en Londres, "dedicado a la misma actividad y con el que tenían una extensa relación, para que les remitiera por fax una factura falsa", documento que fue elaborado con posterioridad al 11 de julio de 2007 y que tenía, sin embargo, fecha de 5 de abril de 2007. En el mismo se recogía que la pieza tenía un valor de 5.000 euros.
Por estos hechos, la Fiscalía pide para los tres acusados un año y medio de cárcel por un delito de daños sobre el patrimonio histórico, mientras que para el padre y el hijo dueños de la tienda de obras de arte pide además un año de prisión por un delito de falsedad documental en relación a los últimos hechos descritos.
Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, solicita que los anticuarios paguen una indemnización de 6.000 euros al Estado por el coste de la restauración de la pieza cortada en tres piezas y de 8.000 euros por la pérdida de valor del bien, perteneciente al patrimonio histórico español.