La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado hoy a 21 años de prisión a un hombre que asesinó en 2010 a la dependienta de un salón de juegos de Catarroja (Valencia) que no pudo abrir la caja fuerte que el agresor pretendía robar. Esa misma tarde, el acusado huyó hacia Algeciras.
Según el contenido de la sentencia, hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Hakim B., de nacionalidad marroquí, ha sido condenado a dieciocho años por asesinato y tres por robo con violencia y deberá indemnizar a los familiares de la fallecida con 180.000 euros.
Así, se considera probado que el condenado, en situación irregular en España, frecuentaba el "Salón Mediterráneo", ubicado en el Camí Real de Catarroja, donde entabló amistad con la empleada del local, de origen lituano y que llevaba seis semanas trabajando allí.
En sus visitas a la sala de juego, el acusado urdió un plan para robar el dinero recaudado en las máquinas recreativas, que se almacenaba en dos cajas fuertes.
De este modo, sobre las tres de la tarde del 27 de mayo de 2010, sabiendo que la empleada estaba sola, entró en el salón y, bloqueando la puerta por dentro con un cable, forzó a la empleada a mostrarle donde se guardaba la recaudación.
La chica abrió la primera de las cajas de seguridad, que contenía entre 1.800 y 2.000 euros, pero no logró hacer lo mismo con la segunda porque desconocía la combinación, excusa que no aceptó su agresor, quien la golpeó brutalmente hasta matarla.
Antes de marcharse, prendió fuego a la habitación donde yacía la mujer, aunque los bomberos pudieron rescatar su cuerpo a tiempo.
La misma tarde del crimen, el acusado huyó en coche hacia Algeciras y embarcó hacia Tánger, por lo que la Policía perdió su pista.
No obstante, en octubre de ese mismo año, trató de regresar también en barco a España, pero fue detectado y detenido por los agentes del servicio de Aduanas.
