Desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa, la historia de este país es la del cuento “al revés para que me entiendas”. Así si habla de que algo no va ocurrir, seguro que sucederá y viceversa, bueno a decir verdad cuando lo manifiesta, porque en ocho meses de sufrimiento colectivo en este valle de recortes, ajustes y lágrimas que es España, solo ha comparecido en rueda de prensa en solitario ante los medios de comunicación en tres ocasiones.
Bueno y lo que se dice dar cuentas ante el Congreso de los Diputados, pues tampoco es su fuerte, y se diría que le produce una cierta alergia democrática. Así que entre la falta de claridad y transparencia, la crónica del gobierno del PP, podría resumirse en la desafortunada expresión de Andrea Fabra, ¡qué se jodan!, que ella justifico que iba dirigida a la bancada socialista, pero que diera toda al impresión, por aquello que dice el evangelio de “por sus hechos los conoceréis” que tuviera como destino a quienes más están padeciendo los efectos de la crisis.
A estas alturas, no sabemos ya los sufridos contribuyentes de la clase media española que agujero vamos a apretarnos del cinturón, porque aunque el FMI dice que España no necesita mas reformas y que no se nos puede pedir mas sacrificios, don Mariano anuncia que han hecho muchas cosas, pero amenaza con muchas más. Incluso en el colmo del despropósito el señor Minillas, Obispo de San Sebastián no solo nos intenta sablear, sino que nos hace cómplices de la crisis.
Con estas perspectivas, en las que estamos viviendo uno de los momentos más difíciles y complicados de nuestro país en los últimos años, mientras que el presidente italiano, Monti, se recorre Europa en busca de apoyos, nuestro Marianin se esconde en la Moncloa desde el 29 de Junio, y el presidente del BCE, Mario Draghi aplaza las medidas excepcionales e insta a los países a activar el fondo del rescate y decepciona a los mercados financieros, aunque admita que su situación es “insostenible”
Ay don Mariano, que es usted el presidente que menos ha tardado en quemarse , y poniendo en marcha los mayores recortes de la historia de la democracia , ha generado toda la desconfianza dentro y fuera de nuestro país, y ha logrado usted un difícil consenso gobernar en contra de todo el mundo.
Para colmo de males, a usted que ha sido en numerosas ocasiones comentarista deportivo, le tienen que estar sonando los oídos, sobre gente que injustamente asegura que es “gafe”, lo que me parece una pasada, porque en los actuales Juegos Olímpicos de Londres, donde por cierto no se le ha visto el pelo, sobran polémicas y faltan medallas.
De todas formas, lo sorprendente es la capacidad del PP y sus líderes para construir iconos, símbolos y emblemas cada vez que ha estado en el gobierno. Hemos pasado del famoso cuaderno de Aznar, del que todo el mundo estaba pendiente, a ver quien nombraba, a ver quien cesaba o que genial idea se le ocurría para meternos en algún conflicto como la guerra de Irak.
Ahora , desde que se supone que gobierna Don Mariano, a usted le han asignado unas enormes tijeras, y a dos ministros de lo económico, uno que tiene un avión para el solo, y viaja por Europa sin que nadie le haga mucho caso y cuyo secreto parece estar en no bajar de los Guindos, y otro como el señor Montoro que tiene un cuadrito, en el que al parecer siempre los castigados son los mismos, los autononomías y los ayuntamientos gobernados por los socialistas y los indultados y premiados los gestionados por el PP. Ah y un lema , como aquí mandan usted y los suyos, que para eso sacaron mayoría absoluta, pues ajo y agua, o lo que es lo mismo a joderse y a aguantarse. ¡Vaya porvenir!