Recuperar el crédito perdido, misión principal a cumplir esta noche en el Pizjuán. Tras dos derrotas consecutivas, sobre todo tras la padecida en Vigo en un partido muy vulgar de los nervionenses, los de Míchel tienen la obligación de regresar al origen. Al fútbol control de la medular, la dureza y férrea defensa y el gol de Negredo. Tres ingredientes fundamentales en el buen camino marcado por los sevillistas en este inicio de campeonato. Y a partir de ahora, con la esperadísima ayuda de Perotti.
Hoy, a las 21.30 horas, Sevilla y Mallorca se ven las caras en un encuentro especial para algunos. Caparrós regresa al estadio del club de sus amores, coliseo en el que es más amistoso que guerrillero cuando viene con otros equipos. Sólo una victoria en sus ocho visitas hasta la fecha. Por otra parte, el eterno Martí nuevamente cabalgará por un centro del campo al que brindó de gloria en su pasado sevillista. Y el canterano Alejandro Alfaro recorrerá la parcela ofensiva que no le ofreció los de Nervión y que está encontrando en las islas.
Por su parte, el equipo de Míchel, el cual nuevamente tendrá que vivir el partido desde la grada, llega a la octava jornada con tres bajas destacadas. Sin Botía atrás por acumulación de amonestaciones, el técnico dará una enésima oportunidad al intrépido Fazio en la zaga. Pero, nuevamente el quebradero de cabeza estará sobre la medular. En esta ocasión, sin Medel sancionado, ni el lesionado Trochowski. Eso sí, regresa Rakitic en la creación del juego. Kondogbia, junto a Maduro, hará las veces del chileno, mientras que Manu del Moral tomará el testigo del lesionado alemán. Pero la noticia está en la izquierda. Reyes ha perdido el crédito ante los ojos de su entrenador y el utrerano no se vestirá ni tan solo de corto frente al Mallorca. Además, Perotti le gana la partida y sí va convocado.
Más que tres puntos que asomen a la Champions, esta noche el Sevilla deberá retomar los utensilios utilizados hasta el encuentro del Barça. La pizarra de Míchel frente a frente contra la casta de Caparrós, sin olvidar el morbo de un Giovani Dos Santos que pisará el césped del Pizjuán, pero con otra camiseta.
