Las 350 monitoras de los 55 comedores escolares gestionados en Cádiz por la empresa Brassica se han sumado hoy a la huelga que por cuarta jornada ha dejado sin este servicio a más de 5.000 alumnos en la provincia y han protagonizado concentraciones para reclamar el pago de sus nóminas.
Haciendo ruido con cacerolas y tapaderas, con camisetas y pancartas en las que se leían "trabajamos pero no cobramos" y profiriendo gritos como "Brassica culpable, Junta responsable", unas 150 monitoras se han concentrado en Cádiz y otras tantas en Algeciras, frente a las sedes del organismo Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) de la Junta de Andalucía.
Las monitoras han celebrado estas concentraciones en la primera de las doce jornadas de paro que han convocado, con lo que se suman a la huelga indefinida que el pasado martes iniciaron los transportistas de Brassica, todos ellos en demanda de los tres salarios que la empresa les adeuda.
La huelga de los transportistas hace que desde el pasado martes la comida no llegue a los 75 comedores escolares que Brassica gestiona en Cádiz, Huelva y Sevilla.
Ahora, durante estas jornadas de paro, tampoco habrá monitores en los comedores de los 55 centros que Brassica gestiona en Cádiz, que hasta ahora podían cuidar de los niños que usan el comedor escolar.
Es por tanto una nueva dificultad por los padres de los 5.200 escolares afectados por esta huelga de trabajadores de Brassica en Cádiz.
La Junta de Andalucía ha iniciado el expediente de resolución de contrato con esta empresa, a la que acusa de diversos incumplimientos, y ha iniciado los trámites para buscar una nueva empresa que preste el servicio.
La consejera de Educación, Mar Moreno, apuntó ayer que esperaban resolver el conflicto en "no más allá de una semana".
Entre tanto las trabajadoras, según ha señalado en la concentración Esther Díaz, delegada sindical, están "muy preocupadas" porque temen que la empresa, que desde hace casi un año les paga con retrasos, cierre sin pagarles los salarios atrasados.