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La planificación del temporal provoca mínimas incidencias

La Consejería de Medio Ambiente asegura que el dispositivo ha sido un éxito ante lo llovido. El estado de los embalses garantiza agua a la población y a los cultivos durante cuatro años

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  • Los delegados del Gobierno andaluz y territorial de Medio Ambiente visitaron el embalse. -

El río Guadalete registra en estos momentos una cuota de nivel de 5,82 y además seguirá bajando los próximos días ante el cese de las lluvias, según las previsiones del Gobierno andaluz ante el temor de inundaciones en la cuenca, cuyos embalses están prácticamente al 90 por ciento de su capacidad. Así las cosas, el abastecimiento a la población y a los cultivos está garantizado para los próximos cuatro años como dato positivo.


Respecto al embalse del Guadalcacín, se encuentra al 90 por ciento. Su capacidad es de 80 hectómetros cúbicos y por ahora no hay previsión de desembalsar agua a no ser que las lluvias no cesen durante un mes, lo cual no es probable.


Además, se ha superado durante los últimos días el 400 por ciento de las lluvias consideradas normales en esta época del año, por lo que la cantidad de agua caída ha requerido un importante esfuerzo de planificación. Como dato significativo, los embalses han recibido más agua que en las navidades de 2009, año en que se inundaron las zonas más bajas de Jerez y otros lugares cercanos al Guadalete.


Con este panorama, las incidencias han sido por ahora mínimas, según explicó el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Fernando López Gil, por lo que, en este sentido, felicitó a los técnicos y trabajadores de Medio Ambiente adscritos a los embalses. El delegado visitó el miércoles las instalaciones del pantano de Bornos, acompañado del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández.


Las maniobras realizadas desde Medio Ambiente comenzaron quince días antes del inicio del último temporal, estimándose la caída de unos 90 litros solo para esta semana. Así, el pasado día 25 de febrero comenzaron los desembalses, para que los días 5 y 6 de marzo ya se hubiera realizado un desembalse preventivo de 28 hectómetros cúbicos, casi un 250 por ciento más de lo requerido en estas fechas.


La reducción del caudal entrante, tanto en la presa de Bornos como en los ríos Guadalete y Majaceite, ha sido de un 75 por ciento; es decir, que se ha desembalsado un 25 por ciento del agua total entrante. El caudal punta normal en esta época hubiera sido de 900 metros cúbicos por segundo, quedándose en 200.


En cualquier caso, la elevada pluviometría ha ocasionado una aportación histórica a los embalses. En el caso del de Zahara-El Gastor la aportación ha sido un 45 por ciento mayor que en el invierno de 2009; en el de Bornos también ha habido un registro histórico de entra de agua.
El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente dijo que los ciudadanos están “en muy buenas manos”, en alusión a los técnicos que han trabajado sobre los desembalses. Con ello quiso apelar a la tranquilidad de la población ante las inundaciones registradas.


Fernández quiso partir de un análisis sereno y no del apasionamiento que suele originar los problemas de inundaciones. Además, mostró su satisfacción por la gestión del temporal, aunque admitió que encajará cuantas sugerencias le lleguen de asociaciones agrarias o ecologistas. También se tomó el aún inacabado estudio de inundabilidad del Guadalete como el patrón que ayudará a diseñar políticas de prevención. No obstante, ese estudio está casi concluido en la parte que afecta al Guadalete bajo, es decir, a las zonas rurales de Jerez que se suelen ver afectadas por las inundaciones. Una segunda herramienta para Medio Ambiente es el planeamiento municipal, ya que los efectos de inundaciones se producen en ocasiones por construcciones ilegales o fuera de ordenación. De hecho, la normativa europea trabaja sobre una mejor planificación de los edificios y los cultivos para prevenir estas situaciones.

Fernández puso como ejemplo la barriada jerezana de La Ina, cuya llanura está considera como parte del río. De ahí, se cuestionó hasta qué punto ha habido inundaciones en Jerez, lanzando en este sentido un mensaje contundente: “la naturaleza es la que es. Si alguien quiere que doblemos el brazo al río se equivoca. Si alguien pretende soluciones de infraestructuras, de alto coste económico y alto coste ambiental… está equivocado”. Por ello, señaló que la política de Medio Ambiente se enfocará hacia la seguridad de las personas, pero dijo que debe ser un objetivo compartido por los ayuntamientos.


Respecto a las obras de dragado del río que un sector ha demandado para evitar inundaciones, señaló que son muy costosas tanto económicamente como medioambientalmente, pero sobre todo son inviables porque no aportarían ninguna solución en este momento, según el delegado.
El mismo apuntó que el azud sobre el Guadalete a la altura de El Portal es una obra prioritaria para la Consejería en 2013, aunque no quiso dar plazos de finalización. Sin embargo, manifestó que ahora mismo no es una obra determinante aunque pueda ayudar al río a descargar agua. Fernández insistió en que las inundaciones sólo las provocan las precipitaciones, aunque es tarea de la administración facilitar el desagüe.

Para Fernández, el de El Santiscal es un problema urbanístico

Sobre las inundaciones en la barriada El Santiscal, el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández, apuntó que es un problema urbanístico, para reiterarse en que el ofrecimiento de la Consejería al Ayuntamiento es la tramitación de los permisos necesarios, la aportación de la documentación, etc. “Es un problema que no se puede obviar, pero, insisto, es un problema de gestión urbanística y no del ámbito de competencias de la Consejería de Medio Ambiente”.

Desde el Ayuntamiento de Arcos, el alcalde, José Luis Núñez, ha admitido que en las inundaciones de la barriada han influido varios factores, desde el cerramiento del canal hasta el badén construido a las puertas del colegio que actuaba como una especie de presa -ya se ha demolido por el Ayuntamiento-, como también reconoció que, efectivamente, hay construcciones determinadas que han alterado el paso de las avenidas tradicionales de agua.

Así, culpó directamente al anterior equipo de Gobierno de haber permitido la construcción de una serie de viviendas ilegales junto a la barriada, por lo que pidió al delegado territorial que pida explicaciones sobre este asunto a sus compañeros del anterior gobierno socialista de Arcos. El alcalde incluso llegó a lamentar que esas viviendas ilegales se aprovecharan de los servicios de El Santiscal con el beneplácito de la anterior Delegación de Urbanismo, una grave acusación que sitúa al anterior equipo de Gobierno como responsable en cierta medida de las inundaciones que sufre la barriada y los alrededores del colegio.

 

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