El ciclista irlandés Daniel Martin (Garmin) ha vencido la novena etapa del Tour de Francia, disputada sobre 168.5 kilómetros entre las localidades de Saint-Girons y Bagneres-de-Bigorre, mientras que el inglés Chris Froome (Sky) sigue líder de la general y el español Alejandro Valverde (Movistar) se ha colocado segundo de la misma.
Es la primera victoria de etapa en el Tour para Martin, una de las promesas del ciclismo mundial. A sus 27 años, el irlandés está ante el año de su confirmación. Tras vencer la Volta a Catalunya y la Lieja-Bastoña-Lieja, este domingo consiguió triunfar en una etapa de montaña del Tour.
Una victoria que llegó después de atacar junto al danés de Astana Jakob Fulsang en el último puerto de la jornada, el Col de La Horquette d'Ancizan. Tras hacer buena su ventaja en los 30 kilómetros que separaban la cima de Ancizan de la meta, Martin se acabó imponiendo al sprint a su compañero de viaje.
Pero antes de todo eso hubo una vorágine de acontecimientos. Parecía que el Tour se había acabado el sábado, con la exhibición de Froome y el Sky en Ax 3 Domaines, y que el domingo no iba a ser sino otra constatación del dominio inglés. Pero nada más lejos de la realidad.
La carrera salió lanzada como pocas veces y el equipo de Nicolas Portal no consiguió tomar el control de la situación, se precipitó tratando de salir a todos los ataques y los gregarios de Froome pagaron el esfuerzo.
A 130 kilómetros de la meta, a Froome sólo le quedaba Richie Porte y el australiano no duraría mucho. A cinco kilómetros para coronar el segundo puerto de la jornada, el col de Menté, Porte dijo basta y dejó a su líder solo. Luego se recuperaría y trataría de recortar distancias para limitar pérdidas, pero acabaría reventando y perdiendo toda opción de hacer un buen puesto en la general. El Sky, incluido su número dos, mostró debilidad, y eso no lo esperaba nadie.
VALVERDE SE MUEVE, CONTADOR ESPERA.
Ante esos síntomas de flaqueza, la primera reacción fue la de Alejandro Valverde. En un movimiento ambicioso, el murciano atacó junto con Rubén Plaza en el descenso de Menté pero Froome no se despegó de la rueda de Valverde en ningún momento. Sin poder dejar al británico, los dos Movistar y el maillot amarillo trataron de hacer hueco para distanciar a Alberto Contador, pero el de Pinto mostró mucha sangre fría y se arropó en su equipo para impedir que el movimiento fuera importante.
Y es que el murciano y el pinteño fueron polos opuestos ante esta situación. Si bien Valverde trató de sacar rentabilidad de la crisis del Sky, precipitándose quizá un poco, Contador se tomó la situación de carrera con más calma. Después de la 'pájara' del sábado, el dos veces ganador del Tour ha visto como han sido sus rivales los que han gastado fuerzas.
Tras estos movimientos y con algo más de 50 kilómetros por recorrer, Movistar tomó el control de la carrera. Mitad para que Porte perdiera lo máximo posible, mitad para preparar un posible ataque en La Hourquette d'Ancizan. Los de José Luis Arrieta marcaron el ritmo desde el inicio de La Hourquette y a falta de cinco kilómetros movieron la carrera. Nairo Quintana fue el encargado de probar a Froome, con hasta cuatro ataques, pero el de Nairobi salió con facilidad a cada uno de ellos.
Aún estando gran parte de la etapa sin equipo, el inglés demostró este domingo que puede controlar la carrera también estando solo. A la espera de que Porte vuelva a ser su escudero inquebrantable, Froome exhibió poderío en solitario. Coronado el último puerto, Movistar trató de tener al menos la posibilidad de pugnar por la victoria de etapa, pero las fuerzas ya no eran las mismas y la distancia de Martin y Fulsang fue definitiva.
El irlandés de llevó la etapa y el espectador la satisfacción de comprobar que el Sky no es tan fiero como parecía y que aún puede haber algún resquicio de lucha por la general si a Froome le da por fallar alguna vez. El siguiente asalto entre los favoritos será el miércoles, en la contrareloj de 33 kilómetros que acabará en el Mont-Sant-Michel.