El deterioro hospitalario

Los sindicatos de la sanidad en Jaén, concretamente CSIF, ha criticado al Servicio Andaluz de Salud por el aumento de las listas de espera quirúrgicas y por el modo con que las cifras se han maquillado para que se percibiera lo menos posible que los recortes que desde hace un tiempo se están aplicando por las autoridades sanitarias, están afectando directamente a la calidad asistencial y a la respuesta de los servicios, lo cual es bastante lógico porque los medios con que se cuenta, especialmente en personal, se han ido rebajando. No es por tanto extraño que el SAS haya estado un año sin facilitar las cifras de esas listas de espera, que era un compromiso con los usuarios, y cuando ha tenido que hacerlo, forzado por el clamor de sindicatos y organizaciones de profesionales, ha sido para presentar un panorama poco creíble, sencillamente porque la visión optimista de los gestores, con toda la buena voluntad del mundo que se les supone, tiene poco que ver con la realidad del día a día de los hospitales, que están soportando la crisis con duras medidas, todo lo cual debería explicarse a los ciudadanos, que sin duda lo entenderían, aunque la evidencia de los resultados nada tenga que ver con el reiterado compromiso de la Junta que ha defendido con insistencia que la sanidad es una de las materias intocables. Pues no hay más que preguntar en los hospitales para comprobar que la situación es en muchos casos límite, como se está denunciando respecto a los efectos del plan de vacaciones, que es el síntoma más claro de un deterioro hospitalario que o se reconoce y se afronta o puede llegar a ser caótico.