Qué viejo es este cuento del fútbol. Cuando la pelotita entra y el triunfo se sella al término de los noventa minutos de un partido, todo parece más sencillo o al menos no tan pedregoso.
Todo lo contrario que refleja ese momento en el que deja de entrar. Con o sin razones; el Betis tiende a ser históricamente un club autodestructivo. Donde en ocasiones la normalidad se quebranta con demasiada facilidad.
Así, cuando lo fácil habría sido tener conocimiento de la normativa UEFA para los manidos descartes en la fase de grupos de la Europa League, todo se torció y los balones fuera no tardaron en llegar.
La relación entre Mel y Stosic es más profesional que personal desde hace años. Y cuando la comunicación se basa en lo estrictamente técnico, no existe el colchón de afinidad para paliar las diferencias entre dos.
Ni siquiera las explicaciones del presidente, Miguel Guillén, con quien le une una estrecha amistad reconocida por ambos, frenó la cruda realidad que el entrenador verdiblanco sacó a relucir en rueda de prensa antes y después del encuentro del pasado domingo ante el Valencia.
Ahora, la estrategia parte de la capacidad del reto del técnico madrileño en el mensaje con respecto al objetivo. La clasificación europea por segundo año consecutivo es propósito de la entidad.
Si las cosas van bien, se procurará decir que plantilla y dirección deportiva había. Si se empiezan a torcer, retahíla de justificaciones. Esto es, el fútbol en esencia.
Johannesson para pitar el Betis-Lyon
La UEFA publicaba este lunes a través de su web oficial los colegidos designados para dirigir los partidos europeos que deparará la primera de las jornadas tanto en Champions como en Europa League. Así, el encargado para impartir justicia sobre el terreno de juego en el Betis-Lyon del próximos jueves correrá a cargo del ábitro sueco Stefan Johannesson, de 41 años de edad y dilatada experiencia.