El Ayuntamiento de Ronda ha vuelto a incluir en sus itinerarios turísticos las visitas a la Casa del Rey Moro, tras que su propietario haya acometido una serie de mejoras de rehabilitación tanto en La Mina como en los famosos jardines de Forestier. El empresario Jochen Knie quiso presentar este jueves en sociedad lo que calificó como "una buena noticia", si bien aclaró en declaraciones a RONDA SEMANAL que "no existe" ningún acuerdo por escrito con el Consistorio sino "una voluntad de entendimiento" entre ambas partes que Knie calificó como "necesaria". De este modo, salvadas las dudas en torno a la seguridad en las zonas del complejo que pueden ser visitadas, el empresario vino a marcar ante una veintena de invitados un punto y aparte en su proyecto rondeño.
"Vamos a rehabilitar la Casa, mediante los ingresos que obtengamos con las visitas a La Mina y los jardines", anunció en declaraciones a este periódico. El empresario alemán habló de un proyecto "a largo plazo", y advirtió que de las administraciones, rondeños y visitantes depende que los tiempos puedan acortarse. Sin aventurarse a fechar la terminación de dicha rehabilitación, habló de "quizá unos diez años" y explicó que conforme se vayan mejorando estancias, el complejo irá teniendo usos turísticos diversos que redunden en más y nuevas mejoras. No quiso revelar ningún presupuesto, si bien cabe recordar que su proyecto inicial para convertir el Palacio en un hotel de cinco estrellas superaba los 21 millones de euros.
UNA NUEVA VISIÓN DE LA MINA
El empresario ofreció a sus invitados una copa de vino junto al río Guadalevín, una vez que estos bajaron los casi 200 escalones que separan el fondo del Tajo de la zona de jardines: "Nuestro objetivo es dar a conocer realmente qué es La Mina, lejos de la idea de unas escaleras o una gruta. Esta es una auténtica obra de ingeniera musulmana, fundamental en la reconquista de Ronda". Y presentó sus pretendidas funcionalidades: "Es un lugar para celebrar eventos en sus rincones y salones" llenos de historia; un lugar "donde hay que seguir investigando, que todos tenemos que redescubrir".
De este espacio en concreto, Knie quiso destacar las leyendas que en torno a él giran y su asombrosa monumentalidad; el que fuese testigo de unos sistemas hidráulicos "similares a los de la Alhambra" y "el morbo de su futuro, pues el 50 por ciento de La Mina aún está por descubrir", concluyó.