La selección francesa rompió el sueño español de hacer historia, con una tercera medalla de oro consecutiva, al ganar en la prórroga por 72-75 (65-65), con un Tony Parker genial y autor de 32 puntos.
España pudo haber ganado en el tiempo reglamentario pero un par de tiros no quisieron entrar y en el cara o cruz de la prórroga no hubo buenas decisiones y, a la novena, Francia pudo cantar una victoria que la clasifica para jugar la final ante Lituania.
España tendrá que luchar por la medalla de bronce ante la de Croacia.
Ricky y Claver comenzaron el partido antes que el resto, porque en treinta segundos ya habían anotado el 4-0 para la selección española. Claro que en cuanto se enteró Tony Parker, comenzó a anotar de forma compulsiva, hasta el punto de que en el minuto cinco el resultado fue de España, 8 - Parker, 8.
El equipo español no quiso obsesionarse con la defensa del base francés de la NBA, misión encargada a Ricky, a Calderón y a Llull de forma sucesiva.
Parker es un jugador muy talentoso, pero acapara mucho el balón y sus compañeros acaban por salirse del partido ante la ausencia de contacto con el cuero.
Al final del primer cuarto, 18-14 y buenas sensaciones, 'alley-oop' entre el 'Chacho' y Rudy incluido, por mucho que la estrella gala llevara anotados diez puntos.
Con empate a 18 a los pocos segundos de la reanudación del juego, Parker se tuvo que tomar un descanso, mientras que España dejaba correr la magia del 'Chacho' por toda la pista. El resultado fue un parcial de 11-0 para la Roja en los casi cinco minutos que duró la ausencia del director de San Antonio Spurs en la NBA.
La selección española estaba alcanzando la velocidad de crucero en su juego, con una buena defensa y un ataque liderado por Marc Gasol pero en el que todos sumaban.
Boris Diaw perdió la cabeza y cometió una falta antideportiva, consecuencia de la frustración, sobre Llull, que subió el 34-20 con el que los dos equipos se fueron al vestuario.
Los catorce puntos de ventaja, la máxima hasta el momento, fue importante, pero más que el equipo francés se estaba desquiciando, que sólo había anotado 20 puntos, 6 en el segundo cuarto, y que únicamente Parker (14 puntos) podía ver aro con relativa fluidez.
La tela de araña del equipo español estaba atrapando, de nuevo, las ansias de victoria de los franceses sobre su vecino del sur. Ni la dureza de la defensa gala estaba consiguiendo nada, ante una selección española centrada, seria, eficaz, paciente y decisiva.
A los treinta segundos de la reanudación, Marc Gasol recibió un golpe en el hombro en la lucha por un balón dividido. El pívot se fue directamente al banquillo porque el brazo se le quedó dormido del impacto, aunque en apenas dos minutos pudo volver a la pista.
Francia, optó claramente por dar otra vuelta de tuerca a su defensa, endureciendo más su línea de choque, nunca mejor dicho. En cuatro minutos y medio, la ventaja se redujo a 6 puntos, 35-29.
Parker, que anotó con menos regularidad, volvió a ser defendido, por Ricky, por Calderón, por Llull, para que siempre tuviera un hombre más fresco físicamente delante.
La defensa en zona de los galos y dos triples seguidos de Gelabale y Parker estrecharon el marcador, 44-41 (min.27.30). Desde el banquillo español se pidió concentración y paciencia, pero los galos acabaron ganando el tercer cuarto por 15-23, dejando el marcador en un incierto 49-43.
Un triple de De Colo y una canasta de Gelabale subieron un inquietante 49-48 (min. 32), momento que Rudy eligió para volver a volar a pase de Sergio Rodríguez y restablecer una diferencia un poco más holgada, 52-48, a favor de España.
La guerra derivó hacia el triple. Diaw acortó distancias con uno y 'Chacho' y Rudy respondieron con el mismo arma, 58-51 (min.34) y tiempo muerto de los galos para intentar reconducir el asalto a la fortaleza española.
El baloncesto subterráneo de los franceses volvió a primer línea y Parker subió el empate a 61 a falta de 3.20 minutos. Cada canasta, cada punto, fue contrarrestado por el rival hasta que, en los últimos instantes, Parker recibió un tapón de Rudy y Calderón no acertó con un triple final. El empate a 65 dio paso a la prórroga.
En el cara o cruz de los cinco minutos adicionales, el equipo español perdió la velocidad en ataque y el cansancio determinó que no hubiera buenas decisiones. Francia tuvo más suerte y ganó. Por eso jugará la final.