El Fiatc Joventut se agarró a la inspiración de Miralles, Vives y Shurna para sumar hoy su cuarta victoria en Pisuerga (72-79) después de frenar en seco durante el último cuarto una remontada épica del CB Valladolid, que acabó cediendo ante la consistencia del equipo catalán.
El partido comenzó con cinco triples consecutivos de un Joventut muy efectivo desde el perímetro. Así, por el minuto cinco se pasó con un parcial de 9-15. Bajo los tableros, el griego Haritopoulos y el jamaicano Omari Johnson intentaban sujetar al Valladolid, pero Shurna y Kirksay, con tres triples cada uno, 'fusilaron' a los vallisoletanos en un pleno de aciertos insólito.
Era imposible para los locales contrarrestar semejante arsenal ofensivo y, mediado el primer cuarto, la diferencia se amplió hasta un elocuente 15-28. Poco que hacer para los locales en esta primera entrega. Nada, en realidad.
Los balones perdidos y la inferioridad en el rebote lastraron al equipo de Ricard Casas y el segundo cuarto transcurrió por una senda muy parecida. Desorganizado y flojo en defensa, el equipo morado vagabundeaba por la cancha acumulando canastas en contra ante una afición que, por momentos, perdía la paciencia y pitaba a su equipo.
El Fiatc Joventut estaba dominando en todas las facetas del juego y no tenía piedad. Los de Salva Maldonado percutieron una y otra vez contra las defensas en zona e individual de su rival y al intermedio doblegaban a los anfitriones por dieciséis puntos, 28-44.
Tariq Kirsay, con unos porcentajes soberbios, fue el mejor de los visitantes durante un primer tiempo sin historia y Omari Johnson se erigió en el estandarte de los locales, que acusaron sobremanera la falta de concentración defensiva y la escasa aportación en ataque del estadounidense Jason Rowe.
En la reanudación todo cambió. Ajustó mejor su defensa el equipo local, que fue recortando diferencias a base de una buena selección de lanzamientos. Fue una 'tormenta perfecta' que agitó el partido y lo puso casi del revés. El parcial fue de 30-11.
El arreón, al principio, no daba para dar la vuelta a los números del electrónico, siempre favorables a un Joventut atascado y que intentaba desesperadamente dosificar su ventaja. Pero, poco a poco, el partido se encaminó a una remontada épica de los vallisoletanos.
Un tiple de Jason Rowe puso el 51-51 en el marcador a falta de dos minutos para la conclusión de esa fase. Todo ello ante la incredulidad de un Maldonado que no sabía cómo parar la sangría de su equipo, que acabó hincando la rodilla 58-55 antes del cuarto decisivo.
El último periodo empezó con todo a favor de los locales. En la inercia positiva entraban todos, pero Andusic y Johnson tiraban del carro más que nadie en ataque e Iván Martínez abanderaba la intensidad defensiva. Sin embargo, al partido le quedaba otra vuelta de tuerca y esta vez, fue favorable a los visitantes.
Así las cosas, en los momentos decisivos, Vives, con un triple y dos rebotes providenciales, dio aire a un Joventut que jugó con más cabeza los dos últimos minutos para llevarse un triunfo no exento de sufrimiento (72-79).
