El tradicional descontento mostrado por las localidades malagueñas que forman parte del Parque Natural Sierra de Grazalema ha quedado hoy en evidencia tras el plante de tres de las localidades de la Serranía que integran el decano de los espacios protegidos andaluces durante la celebración de la señalada Junta Rectora en que se debatiría la idoneidad de la denominación de este parque. Así, nada más comenzar la reunión, celebrada en la localidad de Benaocaz, fue el alcalde de Montejaque, el independiente Diego Sánchez, quien puso voz a la queja de los cinco municipios integrados en el Parque Natural: "Nos parece una falta de respeto que, pese al compromiso adquirido, no esté hoy aquí el delegado provincial de Medio Ambiente", dijo en alusión a Javier Carnero, ausente en la reunión, que presidió el delegado en Cádiz, Federico Fernández. A las críticas de Sánchez se unieron las de la alcaldesa de Jimera, Mayte Domínguez, y las del regidor benaojano, Francisco Gómez. Los regidores no escatimaron en reproches a la delegación malagueña de Medio Ambiente por "el abandono" al que tiene sometidas a estas localidades, así como a la propia Ronda o Cortes de la Frontera, los otros dos municipios integrados en el espacio protegido.
La reunión de hoy incluía en el orden del día el debate sobre la idoneidad en la denominación de este Parque Natural, una propuesta que partió del nuevo delegado territorial de Medio Ambiente de la Junta en la provincia de Cádiz, que la justificó por ese rechazo que la actual denominación ha provocado desde siempre en los cinco municipios de Málaga que están incluidos en el parque. Finalmente, y ante el plante de alcaldes, no se celebró debate alguno, si bien se permitió el turno de palabra de los miembros de la Junta Rectora, posicionándose sus miembros en contra de cualquier cambio dada la consolidación del nombre de Grazalema. Federico Fernández quiso precisar además tras la enorme polémica generada por este punto del orden del día que el objeto del debate no era en realidad proponer ningún cambio en el nombre del espacio protegido, sino oír las demandas planteadas por las distintas localidades que lo integran para mejorar los aspectos administrativos del mismo.
Hay que recordar, en cualquier caso, que no es sino el propio Consejo de Gobierno de la Junta quien propone la denominación de los espacios protegidos, siendo la Junta Rectora de cualquier parque natural un mero órgano de participación.