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Jerez

Manuel Liñán se hace ‘Nómada’ y recorre territorios y épocas del baile flamenco

David Coria presenta ‘Espiral’ en Sala Compañía y el cante de Segundo Falcón clausura el ciclo ‘Los conciertos de Palacio’

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“Es un viaje colectivo ubicado en diferentes zonas geográficas que enmarcan el flamenco en diversos momentos y circunstancias personales”. Esa es la idea de la que parte Manuel Liñán para dar forma a su ‘Nómada’, espectáculo que estrena mañana jueves día 6 de marzo en el Teatro Villamarta, uno de los escenarios del XVIII Festival de Jerez. No será el único estreno de la jornada, puesto que el joven bailaor David Coria hará lo propio en Sala Compañía con ‘Espiral’. La tercera de las propuestas fija la atención en el cante de Segundo Falcón, que clausurará el ciclo ‘Los conciertos de Palacio’.
Ese recorrido por la geografía y épocas del flamenco que plantea el bailaor granadino nace de una creencia: que el ser humano “sigue siendo nómada”, según se explica en la sinopsis del espectáculo. Una trashumancia que no busca sólo el sustento, sino que atiende también a “necesidades emocionales”. Y las emociones se interiorizan en la creación y salen al exterior poniéndolas en escena. Tal es el caso de Manuel Liñán.
La ruta geográfica y temporal de las emociones de Liñán comienza en ‘Nómada’ por la caña de las serranías, las soleares de Triana, los tanguillos y zapateados de la costa gaditana, rondeña y verdiales de tierras malagueñas y los fandangos de Huelva. Las alegrías se sitúan en Córdoba, mientras que en las faldas de Sierra Nevada, el viaje continúa por taranto, por un lado, y, por otro, la granaína. “El cante, el baile y la guitarra, ubicados según en qué lugares, aportan a este arte una pluralidad de estilos y conceptos que enriquecen y dan vida al flamenco”, explica el bailaor.
Se trata de “un viaje colectivo” y, para ello, Liñán se ha rodeado de artistas a los que les gusta indagar. En ese viaje hay un doble camino, el que marcan los territorios y el que recorre el interior de uno mismo porque el fin que se persigue es “conversar y ser comprendido”. Esa ruta la recorre Liñán sintiéndose bailaor y coreógrafo, facetas que “me alimentan y complementan”. Desde el punto de vista escénico, las sillas se convierten en el elemento que “nos llevan de un sitio a otro”.

Cuadro artístico

Se ha rodeado de un cuadro artístico que incluye tres bailaores –Adrián Santana y Jonhatan Miró, además del propio Liñán-, el mismo número de bailaoras –Anabel Moreno, Águeda Saavedra e Inmaculada Aranda-, a quienes acompañan el cante de Miguel Ortega, Miguel Lavi y David Carpio y las guitarras de Víctor Márquez ‘El Tomate’ y Fran Vinuesa. Ante los medios de comunicación, destacó la presencia del baile femenino, puesto que “tiene un lenguaje muy amplio y elementos muy interesantes como la bata de cola y el mantón”.
‘Nómada’ acaba por bulerías. De esta forma, Manuel Liñán habrá concluido su “oda particular a la migración colectiva, responsable de la creación artística y colectiva”, como define este espectáculo. “Una danza al movimiento, un canto al inmenso tapiz en que vivimos, con sus infinitas posibilidades”, añade el bailaor granadino. Esas posibilidades él las expresa a través del movimiento, que forma parte de su vida y a través del cual busca nuevos retos.
De estos nuevos retos que ha emprendido Liñán en los últimos años tienen constancia tanto los críticos como los aficionados al baile flamenco. Desde su última aparición en el Festival de Jerez con su autorretrato de ‘Tauro’ –lo que le permitió obtener el Premio Revelación de la edición de 2012-, su eclosión artística no ha parado de crecer y ser reconocida. Se alzó con el Premio Max de las Artes Escénicas 2013 al Mejor Intérprete de Danza, coreografió para el Ballet Nacional de España en ‘Sorolla’ y dirigió, junto a La Moneta, ‘Duende’ para el ciclo Lorca y Granada.
Otro de los estrenos del día tiene como escenario la Sala Compañía. Dentro del ciclo ‘Solos en Compañía’, David Coria presenta ‘Espiral’, una propuesta para la que ha contado con la dirección artística de los coreógrafos Rafael Estévez y Valeriano Paños, con quienes ha colaborado en obras como ‘Flamenco XXI: ópera, café y puro’.
Esa conexión da lugar a que el bailaor sevillano, solista y repetidor en el Ballet Flamenco de Andalucía que dirige Rafaela Carrasco, tome como punto de partida en su ‘Espiral’ la investigación en el legado de la danza española y la música flamenca. A fin de cuentas, se trata de ofrecer “una visión actual de las formas primigenias y tradicionales del baile flamenco, la danza española, la bolera y el folclore”, aseguran los coreógrafos Rafael Estévez y Valeriano Paños.
Cantes mineros y fandangos, basados en antiguos registros discográficos, abren la ‘Espiral’ de Coria. Tangos, farruca, garrotín son algunos de los ritmos que sonarán en esta propuesta del joven bailaor sevillano que tendrá como artista invitada a la bailarina Ana Morales, también solista del Ballet Flamenco de Andalucía. Con el cante de David Sánchez “El Galli” y Matía López “El Mati” y la guitarra de Jesús Guerrero, David Coria se nutre de lo vivido “para dar lugar a algo nuevo, renovado”, indicó el bailaor. Aunque el lenguaje principal que utiliza es el flamenco, podrán verse “guiños a la danza española, bolero, folclore e incluso algo de contemporáneo”.

Ana Morales, artista invitada

Finalmente, el cantaor Segundo Falcón, acompañado por la guitarra de Manolo Franco, cierra el ciclo ‘Los conciertos de Palacio’ que se celebran en Palacio Villavicencio sin amplificación acústica. Nacido en el seno de la familia cantaora de Los Janega, fue descubierto de niño por Antonio Mairena. Ha actuado tanto en solitario como acompañando al cante a una gran nómina de artistas (Juana Amaya, Cristina Hoyos, Eva Yerbabuena y Manuela Carrasco, entre otros). Partidario de una línea conciliadora entre tradición y vanguardia, cuenta con un disco en el mercado, ‘Un Segundo de cante’. El ramillete de palos que interpretará irá de Huelva a Almería, sin dejar de entonar ritmos de otras provincias andaluzas.

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