En el vestuario del Decano no está el horno para bollos y los jugadores entienden perfectamente la necesidad de ganar sí o sí este domingo frente al Girona. Pero una cosa es que urja la victoria y otra que la consigan ya que el Recre lleva unos meses sumando partidos a cada cual peor.
Y tiene mérito. Atesoran un merecimiento inaudito de cómo tirar un campeonato en tan poco tiempo. Los recreativistas han vivido gran parte del año del resacón de las primeras once jornadas en las que sumaron casi los mismos puntos que hasta ahora. Aún así todo es posible. Tranquilidad. El Decano está a un punto de regresar a los puestos de promoción de ascenso y el capitán Cifu sabe que “el partido ante el Girona es el más importante”. Primero por “la moral de sumar tres puntos” y segundo por “saber si podemos estar ahí o no”. Y es que una derrota podría colocar a los onubenses a cuatro puntos de la zona de privilegio a falta de nueve puntos. Algo que se antojaría viendo lo que hay utópico, cuanto menos.
Sergi Barjuan tendrá que decantarse por un patrón de juego, desaparecido en las últimas fechas, ya sea defender o atacar pero que los jugadores sepan lo que tienen que hacer. Luego vienen los factores físico y mental, que según Cifu “están bien y fuertes” pero que “al perder el balón y no saber controlar algunas situaciones puede parecer que estemos mal físicamente pero no es así”.
El choque ante los gerundenses será a las 20:00 horas en el Nuevo Colombino, una plaza señalada por el club como complicada porque reciben abucheos, algo en lo que Cifu estima que “aún hay gente que está con nosotros pese a los malos resultados”. Por tanto, no debería ser ningún un obstáculo ni ninguna queja de rendir más o menos por ningún jugador. Presión en las gradas hay en todos los campos de la categoría donde hay algo en juego. En Gijón, por ejemplo, el Molinón es una caldera de críticas partido a partido hacia sus jugadores, ya que ven que hay quien rinde por debajo de lo que es.
Esta semana el míster albiazul recupera a dos importantes efectivos: Cifu y Valle. El lateral afirmó que no ha tenido molestias durante la semana y que espera “ir en la convocatoria”. Por su parte, el centrocampista cántabro tendrá el alta médica en las próximas horas y podría regresar después de dos meses en el dique seco. Los jugadores que no estarán son Jorge Larena que atraviesa unas dolencias y ni Arana ni Antón, que se perderán el resto del campeonato.
Bajas sensibles de medio campo hacia delante, justo donde peor se encuentra un equipo al que le cuesta meter goles y generar ocasiones. Quizá haya que jugársela con Gallegos quien manifestó que espera “acabar la temporada bien porque es con lo que se queda la gente”. Veremos. El equipo debe contagiarse del espíritu de Morcillo. Defensa, goleador y el único que le pone ganas y pasión.
Por su parte, el Girona llega a Huelva después de perder uno de sus últimos siete partidos y se encuentra a un punto de salir de puestos de descenso cuando hace meses parecía insalvable su situación de colista. Tiene en su plantel a Jandro y Timor, dos jugadores de enorme calidad y a Ortuño, un ariete goleador. Es para uno y otro la final de las finales del año.
