La ley regula cuestiones como el matrimonio y el divorcio entre los musulmanes chiíes, religión de la minoría hazara de Afganistán, que supone en torno al 10% de la población de un país de mayoría suní.
Según la diputada Sabrina Saqib, la ley “deniega los derechos de las mujeres”.
Para la legisladora, el artículo más controvertido es el que estipula que, caso de violación, el testimonio del presunto violador valdrá más que el de la denunciante. “Queríamos que la mujer pudiera ser examinada por un médico para que pudiera probar su denuncia, pero no se aceptó” la enmienda, lamentó.
Según Saqib el presidente “promulgó la ley sin leerla, ni siquiera la leyeron sus asesores”, aseveró.