Alrededor de un millar de niños y jóvenes de todas las comarcas de Málaga han disfrutado desde principios de año de las actividades socioculturales y educativas celebradas en La Noria, en la capital, cuyas instalaciones se han convertido en un punto de encuentro para la infancia y la juventud de la provincia.
Así, el programa 'Voy a la Noria', iniciativa dependiente de la Diputación de Málaga y financiada con la colaboración de la Obra Social "la Caixa", busca la participación de la infancia y juventud de la provincia, incidiendo en los municipios más pequeños y que tienen menos recursos para organizar sus propias actividades y talleres.
De esta manera, niños de entre nueve y 17 años han podido disfrutar durante tres días de las actividades organizadas por La Noria, con las que conocen en profundidad la cultura de la capital malagueña, según ha informado la Diputación en un comunicado.
Los municipios participantes en las actividades a lo largo de estos meses pertenecen a las comarcas de la Serranía de Ronda, que ha congregado a un total de 167 participantes; el Valle del Guadalhorce, con 120 niños y niñas de sus pueblos; Antequera, con 112 integrantes; la Sierra de las Nieves, Nororma, la Costa del Sol Occidental, la Axarquía y Guadalteba.
Durante su estancia, los menores han visitado monumentos históricos como la Catedral y la Alcazaba, otros espacios como el Aula del Mar, el estadio de fútbol La Rosaleda y el Centro de Ciencia Principia.
También han podido acercarse al arte en los museos Picasso, Revello de Toro, el Museo Interactivo de la Música de Málaga (Mimma) y el Centro de Arte Contemporáneo (CAC). Además, han podido conocer Málaga con vistas desde el mar en un paseo en barco por la bahía y han recorrido los espacios con más atractivos en una ruta de autobús turístico.
La diputada de Centros de Atención Especializada, Emiliani Jiménez, ha destacado que estas actividades se organizan con el fin de ayudar a los más jóvenes a descubrir los referentes culturales de la capital y aprender a través de ellos.
A ello se suman los espacios de La Noria, que cuenta con amplios espacios para ver películas en una sala de cine; cantar en un karaoke; jugar al parchís, las damas o el futbolín; pasear por los jardines o hacer deporte en el polideportivo. "El personal de apoyo, debidamente cualificado, está siempre a disposición de los menores y jóvenes para ayudarles en todo lo que necesiten", ha recordado.
Además, durante el pasado mes de julio, también las asociaciones permanentes de La Noria han trabajado con los jóvenes. Así, la Fundación Alia2 ha impartido talleres de protección y seguridad en la red y La Asociación Ecohuerto El Rabanito les ha informado sobre agroecología, alimentación sana y sostenible, el respeto al medio ambiente y los huertos ecológicos.
'Voy a La Noria' continuará su actividad en septiembre, mes en el que los pueblos interesados podrán solicitar su estancia y disfrute de las actividades y espacios del centro para los próximos meses.
OTRAS ACTIVIDADES
Además del programa 'Voy a La Noria', se ha celebrado el Campus de Emprendedores Sociales organizado por Granhub, y los campamentos de verano de Hogar Abierto y Servicios Sociales de los distritos Bailén-Miraflores y Palma-Palmilla. Estos campamentos ayudan a los más pequeños de las barriadas malagueñas a pasar un verano cargado de buenas experiencias, diversión y momentos para el recuerdo.
Por el centro han pasado la Asociación Folklórica Cultural Solera, que trajo invitados de Asturias y Extremadura; el campamento de idiomas London in Málaga, que reunió a 70 jóvenes para aprender inglés, y más de 50 adolescentes del 'III Encuentro Dinamizador Juvenil' del Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga.
En junio pasado, un total de 40 niños con enfermedad renal crónica disfrutaron de unas vacaciones socioeducativas en La Noria gracias al 'Proyecto Crece' de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer). Asimismo, también se contó por primera vez en Málaga con 'Force 2014', un Foro de Reflexión, Creación y Expresión de la Fundación Theodora, que sirvió para reflexionar e innovar sobre la humanización hospitalaria.