Cruentos combates estallaron a varios kilómetros de donde cayó el avión malasio con 298 personas a bordo en el este de Ucrania, según informaron los rebeldes prorrusos, que dicen haber repelido la ofensiva de las fuerzas gubernamentales en la zona.
Tropas ucranianas lanzaron un ataque masivo contra las posiciones insurgentes en la localidad de Orlovo-Ivánovka, a escasos 4 kilómetros de Rasipnoye, donde yace desde el 17 de julio el morro del Boeing-777 de Malaysian Airlines.
Según los rebeldes, la ofensiva contaba con 25 tanques, numerosos blindados y fuego de artillería, pero los sublevados lograron destruir tres tanques, cuatro blindados y un camión de transporte.
"Éstas desproporcionadas pérdidas se explican porque el enemigo envía a luchar a efectivos mal adiestrados bajo las órdenes de comandantes analfabetos", explicó la fuente a las agencias rusas.
En su opinión, los oficiales ucranianos "confían ciegamente en su superioridad en número y técnica, cuando los rebeldes ya tienen mucha experiencia en el combate contra los transportes blindados enemigos".
Las fuerzas leales a Kiev también lanzaron una nueva ofensiva contra Shajtiorsk, la capital de la cuenca hullera local, pero no pudieron superar la irreductible defensa rebelde.
Al parecer, según la fuente, los guerrilleros habrían destruido tres blindados y dos piezas de artillería móviles Nona, además de varias posiciones con morteros.
"Pese a sufrir enormes pérdidas, ya van varios días que los enemigos atacan obstinadamente nuestras posiciones de defensa", apunta.
Mientras, los combates continuaron también durante toda la noche en las afueras de Donetsk, la principal plaza fuerte rebelde, en la que varios proyectiles destruyeron parcialmente una escuela.
Las fuerzas gubernamentales tomaron las localidades de Marinka y Alexandrovka, pero fueron expulsados poco después por los milicianos, que dijeron haber destruido cuatro blindados ucranianos.
En Lugansk, ciudad que está al borde de una catástrofe humana, según las autoridades locales, durante las últimos 24 horas murieron otros tres civiles y otros ocho resultaron heridos.
El Ejército ucraniano ha perdido unos 400 efectivos desde el comienzo del conflicto con los rebeldes prorrusos en abril pasado, cifra que no incluye las bajas entre los servicios de fronteras, la Guardia Nacional y los batallones integrados por voluntarios.