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Sevilla

De 1.500 a 6.000 euros de multa

Medio Ambiente ya ha emitido resoluciones sobre cuatro establecimientos y el resto se harán a partir del viernes

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  • Precinto -

El Ayuntamiento ha confirmado que los doce bares del Arenal y la Alameda precintados este fin de semana se enfrentan a sanciones de entre 1.500 y 6.000 euros por una infracción “grave” de la Ley Antibotellón por el “consumo de bebidas alcohólicas fuera del local de expedición”. De los doce bares, cuatro ya cuentan con resolución -incluso podrán abrir sus puertas- mientras que el resto tendrán que esperar al viernes 26 para que Medio Ambiente las emita.

La polémica por el cierre de estos establecimientos derivó ayer en la protesta de buena parte de sus dueños y representantes, que acudieron a la Delegación de Medio Ambiente, en el pabellón de la Madina, para exigir un trato “igualitario” para todos, ya que consideran que el Ayuntamiento está actuando con un “doble rasero”, ya que entienden que es “muy complicado” controlar el consumo de bebidas fuera del local y “muy pocos bares se salvarían de la quema” si se siguiese el criterio “puro y duro de la prohibición de consumir alcohol en la vía pública”.

Los responsables de estos establecimientos han acordado constituirse en plataforma y contratar los servicios del abogado Juan Isidro Fernández, con el objetivo de reclamar “un trato por igual para todos, no desigualdades”.

Avisados o no avisados
Además, han negado que antes de las órdenes de precinto mediase un aviso previo de las consecuencias de sus infracciones y consideran que han sido producto de una “orden política” para contentar a los vecinos que promueven denuncias contra estos negocios.

Frente a esta postura, el propio alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, reiteró ayer que estos negocios estaban “advertidos” de las consecuencias de no adecuar su actividad a la normativa y que reiteraron las infracciones, lo que motivó su cierre.

Según detalló el alcalde, del jueves al domingo se realizaron 117 inspecciones; de ellas 55 se realizaron la noche del jueves al viernes pero sin ningún precinto a pesar de las 27 denuncias emitidas. De los precintados ya el viernes, seis en concreto, todos ellos habían sido inspeccionados en la jornada previa.

“Esto no es fruto de improvisaciones ni decisiones repentinas, porque se les ha advertido previamente y no se puede incurrir en lo mismo al día siguiente”, dice el alcalde, en ese sentido, ha defendido “el compromiso del Ayuntamiento con los vecinos de las zonas afectadas, para actuar y que las normas se cumplan, porque no podemos hacer caso omiso ante reiterados incumplimientos de las normas por parte de algunos establecimientos ni tolerantes con la botellona”.

El Ayuntamiento, según insitía el alcalde, no permitirá “ni lo uno ni lo otro”, sobre todo dadas las denuncias y quejas de “muchísimos vecinos”.

Selectivo y electoralista
Por su parte, la asamblea del Casco Antiguo de IU ha considerado que el precinto de estos bares responde a una “campaña de cierre selectiva de bares con tintes electoralistas”, recordando las denuncias de presiones del sindicato de la Policía, mientras durante el mandato se ha dejado agravar el problema.

Tras criticar que en la Alameda se precinten bares pero se ocupe “con cosas sin sentido” o los coches ocuoen las zonas peatonales, IU ha asegurado que “la represión no es la solución”, exigiendo acuerdo y diálogo entre todos los actores implicados.

 

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