Los hermanos Tsarnaev, acusados de perpetrar el atentado en la maratón de Boston (EE.UU.) en 2013, dispararon 56 veces contra la Policía que trataba de darles alcance tras casi 24 horas de persecución, según explicó hoy un experto en balística durante el juicio al menor de los hermanos.
El 3 de marzo comenzó en Boston el juicio contra Dzhokhar Tsarnaev, acusado de colocar junto a su hermano las dos bombas caseras que acabaron con la vida de tres personas y dejaron 260 heridos en la línea de meta de la maratón, en abril de 2013.
Mientras se suceden los duros testimonios de las víctimas, hoy el agente David Cahill testificó en la vista para acusar a Tsarnaev de haber disparado 56 veces contra los agentes con una pistola semiautomática Ruger, que la Policía halló en la localidad de Watertown.
En esta ciudad del estado de Massachusetts, a 15 kilómetros de Boston, los hermanos Tsarnaev se enfrentaron con la policía, que trataba de darles caza cuatro días después de que presuntamente perpetraran el que se considera como el peor atentado en suelo estadounidense desde el 11 de septiembre de 2001.
El hermano mayor de Dzhokhar, Tamerlan, falleció durante ese enfrentamiento con la Policía la noche del 19 de abril, horas después de que los hermanos fueran identificados por el FBI como los sospechosos de colocar las bombas.
En su huida por Boston y sus alrededores, los hermanos dieron muerte a un policía del campus universitario del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y protagonizaron una escapada de película, con el secuestro de un conductor, el lanzamiento de explosivos caseros y tiroteos en zonas residenciales.
La Policía logró acorralar a Dzhokhar tras casi 24 horas de persecución, en un bote situado en el patio trasero de una casa en la localidad de Watertown.
Dzhokhar, de origen checheno y que reside en Estados Unidos desde los 8 años, se enfrenta a 30 cargos, entre ellos el de uso de un "arma de destrucción masiva" y el de homicidio por la muerte del agente de policía del MIT.
La selección de los doce miembros del jurado retrasó más de un mes el inicio del juicio, en parte porque debían estar abiertos a la posibilidad de votar a favor de una condena a muerte, prohibida en Massachusetts pero que podría aplicarse en este caso debido a que el acusado enfrenta cargos federales.
