El buen tiempo ha cerrado una Semana Santa redonda para la hostelería del centro que, a falta de balances oficiales, ha superado las cifras del pasado año a juzgar por las primeras valoraciones que realizan desde el sector. La imagen de las terrazas llenas de público de la Plaza Plateros, Rafael Rivero, Plaza del Arenal, Consistorio y cualquier otro rincón del centro en las que resultaba complicado encontrar mesa libre durante la tarde y hasta bien entrada la noche es la mejor prueba de ello.
No sólo los cofrades pueden estar satisfechos, sino que las agradables temperaturas también han traído la alegría a las cajas de unos bares ansiosos de, sino igualar, al menos aproximarse a la Semana Santa del pasado año. “Ha sido incluso mejor que el año pasado. En la madrugada es que no había ni sitio. El tiempo ha estado estupendo y eso se ha notado”, apunta la presidenta de Acoje, Nela García, que cree que las últimas incorporaciones a la oferta de establecimientos (pizzería, hamburgueserías...)unidas al auge de los tabancos, y a esa hostelería de alto nivel ya existente suponen el gancho perfecto para las nuevas generaciones.
“Es importante también que haya una hostelería enfocada al público más joven como ha ocurrido este año. Se trata, en definitiva, de que haya variedad y donde elegir como así está ocurriendo y que la ausencia de lluvia permita a los comensales disfrutar de las procesionales relajados en un centro lleno de jerezanos y visitantes desde primera hora de la tarde.
Las asignaturas pendientes
Pero como en la Semana Santa todos son detalles, desde Acoje también tienen claro que siempre hay cosas que mejorar y que en este tipo de eventos que mueve a miles de personas durante una semana hay que velar por la seguridad y la imagen de la ciudad y la salud de los propios consumidores. En concreto, se refiere García a las prácticas “alegales” que vienen detectando en los últimos años.
“Hay que acabar con las situaciones que se están dando aprovechando la masificación, como la venta sin licencia, habilitar sitios para hacerlo sin tener permiso, como los garajes o elaborar unos productos sin el permiso de Sanidad, de la misma forma que los carros de chucherías o de comidas se instalan sin las licencias pertinentes”, explica, a la hora de enumerar los casos de “economía sumergida” que también deja la Semana Santa y que suponen una competencia desleal para el resto de establecimientos que pagan sus impuestos y están operativos todo el año.
En cualquier caso, para el sector pesan más los buenos resultados por segundo año consecutivo después de varias ediciones en las que el tiempo les acababa jugando malas pasadas o les dejaba a medias. La siguiente prueba de fuego de nuevo será el Gran Premio de España de Motociclismo en menos de un mes.
