Al final el catedrático Unai Emery va a tener razón: "creer, creer y creer”. Va terminar siendo cuestión de fe la de un equipo que sigue demostrando a cualquiera que se digne a pisar el tapiz de Nervión que en el Ramón Sánchez Pizjuán manda el Sevilla. Ni siquiera el mejor Barça de la temporada, con un 0-2 a la media hora y vapuleando a los sevillistas, fue capaz de derrocar el reinado del de Hondarribia, que le levantó a los Messi, Neymar, Suárez e Iniesta un triunfo casi cantado a base de casta, coraje y mucha fe, mucha.
Es la doctrina del entrenador del Sevilla, que por supuesto ha visto como en un año ha pasado de la agonía y las críticas a tener un crédito ilimitado de cara a la afición y, como no, ante el club nervionense. Y no es para menos, porque el mérito de este equipo es principalmente de un técnico que tiene enchufados a todos, desde el Gameiro suplente que siempre sale y anota, a un Banega que llegó en verano defenestrado y que a día de hoy es, sin lugar a dudas, el mejor futbolista y de largo de este Sevilla.
Así, pasito a pasito y en riguroso silencio ha implantado Unai Emery su religión en el estadio sevillista, creando un clima único e incomparable, ni incluso con el de aquel Sevilla dorado de Juande Ramos. Hoy, el sevillismo llega a su asiento, aplaude, canta, alienta a los suyos y, sobre todo, confía casi a ciegas de que su equipo volverá a salir impune de su hogar. Pasó contra el Barça este sábado, bajo un ambiente que incluso no dejaba de ser optimista en el peor momento del encuentro, que coincidió con el tanto del brasileño Neymar.
Es la religión futbolística de Unai Emery, exactamente la misma que le funcionó en Valencia, donde forjó en Mestalla un auténtico fortín que bien le valió un par de temporadas de Champions. Y todo ello sin montar ruido. Por ello el vasco lo tiene claro y para nada es nuevo lo que viene practicando desde su llegada a la capital andaluza. Sabe que por el Pizjuán han pasado, pasan y pasarán muchas de las opciones de un Sevilla que está peleando un puesto de Liga de Campeones en el año más complicado. Y por supuesto, bien sabe que este jueves ante el Zenit ruso es cuestión de creer, creer y creer. Y ya Nervión dictará.
24 encuentros sin perder como local
Los guarismos como conjuntos local son sobresalientes, de matrícula de honor. El equipo de Unai acumula ya 24 partidos ligueros sin caer en Nervión, donde no pierde desde el 9 de febrero de 2014, precisamente frente al Barcelona (1-4). Desde aquel día, 17 triunfos y 7 empates, o lo que es lo mismo, 60 puntos de los 72 disputados hasta la fecha.
Iborra no estará en Liga ante el Granada
El centrocampista valenciano causará la baja el próximo fin de semana en la visita de los nervionenses a Los Cármenes de Granada. Iborra vio la quinta amarilla en el duelo frente al Barcelona y cumplirá sanción en el próximo envite liguero. Otro que está apercibido es Carlos Bacca, que suma cuatro amarillas.