El consumo de cuatro o más bebidas carbonatadas-azucaradas a la semana eleva en niños y adolescentes un 246 por ciento el riesgo de presentar obesidad, según una investigación de la profesora de la Universidad de Navarra Nerea Martín Calvo.
El estudio, premiado por el Colegio Oficial de Médicos de Guipúzcoa, indica que "cada ración extra diaria de este tipo de bebidas multiplicaba por 1,69 el riesgo de obesidad "en el citado colectivo, lo que "supone un incremento relativo del riesgo de obesidad del 69% para cada ración extra diaria".
De acuerdo con la industria de bebidas, el consumo de refrescos ha aumentado en paralelo a la epidemia de obesidad y, de entre los diferentes tipos de refrescos, los carbonatados son los más consumidos, mientras que la producción de bebidas light (sin azúcares añadidos) ha aumentado pero representa apenas un 25 % de la producción total.
Nerea Martín Calvo puso en marcha el pasado mes de enero, como investigadora principal, el proyecto SENDO (Seguimiento de Escolares Navarros Para un Desarrollo Óptimo), una iniciativa piloto cuyo objetivo es conocer los hábitos dietéticos y estilos de vida de los niños y adolescentes navarros para estudiar posibles asociaciones con diferentes patologías de la infancia y adolescencia.
La primera fase del proyecto tiene como fin conocer el grado de adhesión de los niños navarros al patrón de dieta mediterránea y estudiar su posible efecto protector frente a la obesidad y el síndrome metábolico. El equipo de investigadores pretende lograr que en 2016 se cree una cohorte infantil de referencia en España.