La decisión del gobierno nipón de desechar el proyecto original del nuevo estadio olímpico de Tokio costará a las arcas japonesas cerca de 45 millones de euros ya invertidos que son irrecuperables, informó hoy la cadena pública japonesa NHK.
El Ejecutivo japonés decidió la semana pasada retomar desde cero el proyecto del nuevo estadio, sede central de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras las críticas recibidas debido a su magnitud y coste excesivo.
Japón convocará un nuevo concurso internacional para escoger otro diseño cuya construcción comenzaría entre enero y febrero de 2016, y que según los cálculos del gobierno japonés estaría listo en la primavera de 2020, el año de la celebración de los Juegos Olímpicos.
El Consejo japonés de Deportes, responsable del estadio, indicó a la NHK que ya se ha finalizado contratos por valor de 6.000 millones de yenes (44,3 millones de euros/48 millones de dólares) que no se podrán recuperar.
De esa cantidad, 29 millones de dólares (unos 27 millones de euros ) se emplearon para pagar a la firma diseñadora del proyecto y 12 millones de dólares (unos 11 millones de euros) para pagar los honorarios de la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid.
Según el organismo, el contrato de Hadid no especifica ninguna penalización por cancelación, pero no descartan que la arquitecta solicite una compensación por perder el reconocimiento público que habría conllevado el diseñar un estadio olímpico, apuntó la NHK.
Funcionarios del gobierno nipón declararon que otros 7 millones de dólares (unos 6,3 millones de euros ) fueron a parar a dos constructoras implicadas en el diseño y planificación del proyecto.
El Ejecutivo del primer ministro nipón Shinzo Abe se plantea establecer un panel independiente para investigar cómo los costes de construcción del proyecto descartado pudieron llegar a duplicar la cifra inicialmente estimada hasta los 252.000 millones de yenes (1.863 millones de euros/2.037 millones de dólares), de los que una parte es ya irrecuperable.