La española Soraya, que defendía La noche es para mí, quedó en vigésimo tercer lugar, empatada con Lituania.
En segundo y tercer lugar quedaron, respectivamente, la islandesa Yohanna con Is it true? y los representantes de Azerbaiyán, Aysel & Arash, con Always.
Así pues, Soraya finalizó anoche en penúltimo lugar, al recibir sólo 23 votos que le otorgaron Andorra, Portugal, Suiza y Grecia.
Soraya Arnelas, de 26 años y natural de Valencia de Alcántara (Cáceres), defendió su canción en último lugar, por detrás de Finlandia, que a su vez quedó la última en esta edición de Eurovisión.
El cantante noruego de origen bielorruso Alexander Rybak, de 23 años, ganó el Festival con la canción Fairytale, que recibió 387 votos, récord histórico del concurso.
A España le votaron únicamente Andorra (12 puntos), Portugal (7), Suiza (3) y Grecia (1).
En total votaban 42 países, tanto los 25 que accedieron a la final como los 17 que quedaron eliminados en las semifinales
Al final venció la canción favorita
El noruego de origen bielorruso Alexander Rybak, que ganó con una votación abrumadora el Festival de Eurovisión, es un prodigio del violín que logró atrapar la imaginación de público y jurado con su canción folk Fairytale (Cuento de hadas).
"En Noruega la música clásica no es popular, por eso me pasé al pop", comentó Rybak, que cumplió 23 años el pasado miércoles, tres días antes de la final.
En realidad, Rybak había sido proclamado oficiosamente ganador virtual de Eurovisión días antes de la final, pero no por el jurado, sino por los internautas en la encuesta organizada por Google.
El violinista fue el más popular de los 42 concursantes en el buscador, seguido de cerca por la turca Hadise y, a cierta distancia, por el griego Sakis Rouvas y la francesa Patricia Kaas, que finalmente se quedaron fuera de los tres primeros puestos en favor de Islandia y Azerbaiyán.
Los vídeos de Youtube en los que se podía ver la actuación en directo de Rybak en el concurso nacional de selección del representante noruego para Eurovisión también fueron los más vistos, con más de un millón de visitas cada uno.
El noruego es el polo opuesto a los frikis, que convirtieron en las últimas ediciones al Festival en el hazmerreír de todos los buenos aficionados a la música.
Rybak, que habla noruego, inglés y ruso, es un músico con mayúsculas, que toca el violín y el piano, y compone sus propias canciones.
Además, a diferencia de sus rivales, optó por una puesta en escena sencilla, en la que sólo estaba acompañado por unos bailarines y dos coristas.
Otra de las razones que le granjearon el apoyo de la mayoría de internautas también es el hecho de que la canción no es un clásico producto enlatado para Eurovisión.
Según su propio testimonio, Rybak compuso el tema cuando paseaba por el campo noruego en busca de inspiración lejos del ruido ensordecedor de la gran ciudad.
"Estaba paseando por el campo, me tomé un descanso y comencé a tocar el violín. Al principio, no era capaz de recordar lo que había tocado. No tenía en mente componer una canción. Esos acordes se convirtieron después en melodía y en una canción folk", apuntó.