Llega la hora de la verdad para los trabajadores de Urbaser, la concesionaria de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos. El comité de empresa se sentó el pasado viernes con la dirección de Urbaser y a comienzos de semana tiene previsto hacerlo con la alcaldesa, Mamen Sánchez. Será la segunda vez que se vean las caras tras la primera toma de contacto de este evrano. Después, el segundo paso será denunciar el convenio colectivo. No quieren apurar demasiado, y por ello prevén hacerlo en octubre o comienzos de noviembre como muy tarde.
Lo harán después de casi tres años sujetos al acuerdo que puso fin a la huelga de basura el 27 de noviembre. Ahora, la plantilla tiene claro que “ya hemos cumplido” y, por tanto le toca a la empresa y, sobre todo al Ayuntamiento, hacer lo propio. En noviembre de 2012 el comité de empresa sellaba un convenio que acababa con la crispación de 21 días y las más de 3.000 toneladas de basura repartidas por el casco urbano. Eran la consecuencia de su negativa al despido de 125 compañeros por la decisión del entonces Gobierno local del PP de bajar el presupuesto a Urbaser en un 20%, como hizo con el resto de concesionarias.
La permanencia de los puestos de trabajo no fue a coste cero. En dicho acuerdo, los empleados aceptaban una reducción de su salario en un 10% desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2015, debiendo de renunciar también durante ese periodo a diferentes aspectos por valor de unos dos millones de euros que, hasta ahora, estaban recogidos en el convenio colectivo(congelación de la antigüedad y de la subida salarial hasta 2016 y las vacaciones compartidas en el año).
En consecuencia, en todo ese tiempo no se han cubierto las bajas por enfermedad, ni por muerte y jubilaciones. Unas circunstancias que tienen que cambiar de cara al nuevo convenio, en el que no están dispuestos a renunciar a todas las mejoras conseguidas hasta 2011. “No hemos solicitado nada, ni vamos a pedir nada nuevo, puesto que vamos a retroceder al convenio de 2011, es decir cinco años atrás”, explica el presidente del comité, Carlos Conesa.
El acuerdo con el que frenaron los paros supuso retroceder entonces a niveles de 2006/2007. Ahora les toca avanzar a los que tenían recogidos en el convenio de 2011 y, de momento, parece que la pelota está en el tejado del Ayuntamiento, a juzgar por cómo transcurrió la primera reunión con la dirección. “Ha ido bien; le hemos presentado las iniciativas que vamos a presentar, y ahora la empresa nos dice que está pendiente del presupuesto del Ayuntamiento y abierta a las posibles negociaciones que haya tanto con nosotros como con el Consistorio”, aclara.
A estas alturas, reconocen que “no nos fiamos hasta que no veamos nada firmado”, por ello son cautos respecto al próximo encuentro con la alcaldesa, pese a que durante la campaña a las municipales siempre denunció los problemas de limpieza que arrastraba Jerez por la gestión del PP.
“No sabemos cómo va a respirar; lo que tenemos claro es que las quejas vecinales están ahí y que esto solo se puede solucionar si se mejora con euros el presupuesto para la limpieza viaria”, recalca. Ello supondrá también ampliar las contrataciones temporales que, como sostienen, tanto han resentido el servicio a lo largo de estos últimos cinco años. “Antes contrataban de entre 70 y 100 eventuales cada tres meses y eso también se ha anulado al no cubrirse vacaciones, bajas ni jubilaciones”.
