Un tribunal indio condenó hoy a pena de muerte a cinco personas y a cadena perpetua a otras siete al encontrarlas culpables de conspiración y asesinato por los atentados con bomba en siete trenes de cercanías, que causaron 189 muertos y 817 heridos en 2006 en Bombay.
El juez Yatin Shinde pronunció las sentencias dos semanas después de encontrar culpables a 12 de los 13 acusados y absolver a uno, tras un juicio que comenzó en 2007 y en el que han declarado 243 testigos, informó la agencia india PTI.
El fiscal especial del caso, Raja Thackeray, calificó a los acusados de "mercaderes de la muerte" y había pedido la pena capital para ocho de ellos.
Los abogados defensores han argumentado que los acusados fueron meros ejecutores, pero no quienes planearon el ataque, en su intento de evitar la pena de muerte y ya han anunciado que apelaran las sentencias.
Los autores del ataque, ocurrido el 11 de julio de 2006, pusieron los explosivos en ollas exprés, sincronizaron las explosiones con temporizadores de cuarzo y las bombas estallaron en un lapso de apenas quince minutos.
La India culpó al grupo paquistaní Lashkar-e-Toiba (LeT) del atentado, acusación que Pakistán rechazó.
La India aplica la pena de muerte solo en "el más extraordinario entre los extraordinarios" casos y ejecutó a su último reo en julio por un atentado que costó la vida a 257 personas en Bombay en 1993, en la primera aplicación de la horca desde 2013.