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Cádiz

Pérez Dorao: “Al equipo de Gobierno le falta formación y experiencia”

"Tengo que decir que reconozco en el alcalde a un hombre cordial. Y esto me gusta de él. Tengo una buena relación y me parece que es fácil acercarse a él, es una persona comprensiva, escucha a los demás y es menos radical en sus ideas de lo que yo pensé inicialmente"

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Esta semana hemos querido mantener una charla con el coordinador local  y portavoz municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Cádiz, Juan Manuel Pérez Dorao. Su partido está en un momento dulce en España y encima en Cádiz es el que mejor representa el papel de una oposición responsable, constructiva y alejada de la crítica por la crítica.  Vivienda, empleo y gestión forman parte de la charla.
¿Qué tal la experiencia dentro del mundo de la política?
—La experiencia es un poco vertiginosa pero también enriquecedora. Vertiginosa porque hay que atender muchos frentes, conocer todos los organismos autónomos que existen dentro del Ayuntamiento, aunque nosotros solo estamos en el de Onda Cádiz, acudir a muchas reuniones, hay comisiones informativas, los plenos, y como somos solo dos los concejales de Ciudadanos, entre los dos nos tenemos que repartir todas las tareas. Pero enriquecedora porque estamos viendo el asunto desde el otro lado de la barrera, y es muy interesante conocer el funcionamiento interno del Ayuntamiento, conocer cómo se cuecen las gestiones, cómo se negocian y cómo se rematan los acuerdos que luego beneficiarán a la ciudadanía.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido en estos últimos meses?... ¿los plenos?
—Los plenos…. Bueno (risas) la sorpresa de los plenos no ha sido precisamente agradable. El actual formato de los mismos permite que se alarguen en exceso y hacen que sean casi tedioso…
Hace poco estuvo en una sesión interminable…
—Diez horas, eso es trato degradante (risas). Se vuelve tedioso. Se discuten cuestiones, se muestran actitudes que no aportan nada al debate. Esto es desde el punto de vista negativo. Desde el positivo resaltaría la constatación de que hay grandes profesionales en el funcionariado de la administración local. Gente muy preparara y conocedora de los asuntos de su competencia. Luego también ver cómo en el día a día, los concejales de distintas agrupaciones, de distinto color política, pueden sentarse, hablar y llegar a acuerdos. Algo que desde fuera es difícil imaginarse.
Efectivamente. Es decir, los ves discutir en el pleno y parece que no se van a volver a hablar en la vida pero luego la sangre no llega el río…
—Sí, la relación humana es mucho más cordial de lo que aparenta. Y eso es bueno porque luego redunda en la hora de negociar asuntos y llegar a acuerdos, que es de lo que se trata.  
¿Es fácil compaginar la vida personal y laboral con la implicación en política, que ‘traga’ muchas horas?
—Es complicado. En mi caso personal, soy abogado, tengo un despacho en Cádiz, con gente que depende de mí y con muchos clientes que esperan que les preste el servicio por el que me han contratado, claro (risas) , y eso conlleva tiempo. Y el Ayuntamiento como bien has comentado, traga muchas horas de dedicación y trabajo, pero en fin, poco a poco vamos cuadrando las agendas y sacando el tiempo necesario para atender ambas dedicaciones. Quien se resiente al final es la familia, eso tengo que decirlo.
¿Se ha arrepentido en algún momento de haber entrado en política?
—Pues no… quizás todavía estamos en una fase de rodaje y no ha llegado el momento de hacer un balance que te permita decir que ha sido un error o un acierto. Así que de momento no y creo que si las cosas se manejan razonablemente no llegaré a decir “esto ha sido una equivocación” porque creo que se pueden hacer muchas cosas positivas por la ciudad. Y yo, a medida que va avanzando el tiempo y voy teniendo más experiencia, y voy abarcando más temas, me reafirmo en que se puede desarrollar una labor muy positiva. Nosotros siempre somos de la idea de que los políticos deben ser lo menos profesional posible desde el punto de vista político, porque es ideal compaginar la labor política con la profesional y no tener la pretensión de vivir permanentemente de la política, lo cual obliga a mantener viva una actividad económica fuera del ámbito de la política y así no estar prisionero para toda la vida.
Han pasado más de cien días desde la toma de posesión de José María González, Kichi, como alcalde de la ciudad… ¿qué es lo que más te ha gustado y lo que menos de este nuevo equipo de Gobierno?
—Tengo que decir que reconozco en el alcalde a un hombre cordial. Y esto me gusta de él. Tengo una buena relación y me parece que es fácil acercarse a él, es una persona comprensiva, escucha a los demás y es menos radical en sus ideas de lo que yo pensé inicialmente. Esto desde el punto de vista positivo.
Aquí un inciso. Cuando se iniciaron conversaciones para la investidura, Kichi dijo que no se reuniría ni con el PP, ni con Ciudadanos… ¿eso ha cambiado?
—Nosotros le recriminamos esa actitud. Y es que poner etiquetas sin conocer a la persona supone un prejuicio nada recomendable en las relaciones de cualquier tipo. Y en las relaciones políticas mucho más. Es decir, por qué me pone usted esa etiqueta si no sabe quién soy. Se lo recriminamos y lo cierto es que la relación en el tiempo transcurrido ha ido por otra senda. Hemos tenido buena sintonía con él, en cuanto a las posibilidades de sentarnos y hablar. Reconozco en él a un hombre cordial y bienintencionado. Eso sí, no sé si esto es extensible al resto del equipo de gobierno…
Pero ser cordial y tener buenas intenciones ya es importante ¿no?
—Sí, lo es, aunque con el resto del equipo de gobierno he tenido menos contacto. Un poco más con David Navarro y con el resto menos porque tienen menos protagonismo en la actividad política. Desde el punto de vista negativo, creo que la preparación que tienen no es la adecuada para la función que tienen encomendada. Yo tengo la idea siguiente: en todas las civilizaciones, desde la tribu más primitiva, hasta la sociedad tecnológica más avanzada, siempre se encarga la llevanza de los asuntos comunes, es decir, la dirección de la comunidad, a aquellos que están más preparados. Y hoy en día la preparación se basa en la formación y en la experiencia. Se puede tener suerte, se puede tener intuición, pero al final lo que prevalece es la formación y la experiencia. Y el equipo de Gobierno está un poco carente de ambas. Hay excepciones, pero en términos generales están carentes en formación y experiencia para la llevanza de los asuntos que se les ha encomendado. Tienen el apoyo sin duda de los funcionarios municipales, que como he mencionado hay magníficos profesionales en la función pública municipal, pero yo diría que el aspecto negativo de este equipo de Gobierno sería ese.  
¿Cree que es culpa de la inexperiencia esas pequeñas polémicas, porque no hablamos de corrupción o desfalcos, que se han generado en los últimos meses? Hablamos del cambio del cuadro, del Esmeralda, del 12 de octubre, etc, cuestiones que no ayudan en absoluto…
—No ayudan en nada. Es decir, bajo nuestro punto de vista lo que se nos ha encargado es la gestión de los asuntos públicos y éstos implican dedicarse a solucionar los problemas que tiene la ciudad de Cádiz como la financiación municipal, el desempleo, la vivienda, la marginación social, y luego problemas cotidianos como la limpieza, la seguridad, el suministro de agua, la electricidad, los medios de comunicación locales, etc. Hay cosas de la gestión diaria que están desatendidas. Por ejemplo, las sociedades municipales no se han puesto en marcha, salvo Onda Cádiz que precisamente preside mi compañera María Fernández Trujillo, las demás no ha sido posible ponerlas en marcha… 
¿Por qué? ¿Por falta de consenso? ¿Por zancadillas de otros grupos?
—Ocurre que la fórmula de constitución de las sociedades municipales es heterogénea, no es igual en unas que en otras. La única que tiene representación completa del arco plenario es Onda Cádiz. Y gracias a eso se ha puesto en marcha porque no necesitaba de la decisión específica del equipo. En el resto de las sociedades me da la impresión de que el equipo de Gobierno quiere copar todos los puestos directivos de forma absoluta y eso es lo que impide que llegue a un consenso con el resto de fuerzas políticas que están representadas en esas sociedades y eso es lo hace que estén bloqueadas. Tendrían que comprender que están en minoría y que tienen que contar con el resto de fuerzas políticas para gobernar la ciudad y en particular, las sociedades municipales. Y mientras esto lo asuman, sería difícil que la pongan en marcha…
Sinceramente desde fuera parece que no son conscientes de que están en minoría y que necesitan casi para todo el apoyo de al menos algún grupo de la oposición… ¿esa percepción se tiene también desde dentro?
—Sí, sí, evidentemente es una percepción que no se tiene sólo desde fuera, desde dentro también la tenemos. Y eso se ha revelado en gestos que luego han sido polémicos, como días atrás con la retirada del busto de Mercedes Formica de la Plaza San Juan de Dios. A lo mejor era una actuación innecesaria que iba a generar polémica y que se ha hecho desde el postulado de ‘aquí mando yo’, cuando realmente se debería haber debatido si realmente merece la pena o no. O los asuntos sobre el Carnaval con cuestiones que no eran necesarias, o al menos no eran prioritarios teniendo en cuanto los problemas que hay en la ciudad. Y lo que han dado lugar a poner de manifiesto que el equipo de Gobierno quiere imponer su criterio frente al de la sociedad civil, que es en definitiva quien hace el Carnaval. El Carnaval lo hace el pueblo, no el Ayuntamiento, y al final el pueblo le ha dicho ‘no, mire usted, lo que usted dice no es correcto, esto es lo que hay que hacer’. Esa actitud se refleja en episodios que no ayudan.
Hay cuestiones como lo del 12 de octubre, sobre si se descubrió América o no, que hacen que al final el foco no se centre en los verdaderos problemas de la ciudad…
—Efectivamente, eso es lo que nosotros decimos, eso es lo importante porque nosotros estamos aquí para gestionar, nosotros queremos hablar sobre actuaciones de gestión. ¿Qué es lo que tenemos que hacer ahora? Es fundamental atender la financiación del Ayuntamiento, es decir, un plan de saneamiento, se nos ha dicho que había un plan A, un plan B y un plan C, pero de momento no hemos visto una propuesta plasmada en números que se pueda estudiar y se pueda debatir. Lo único que hemos visto es al alcalde en las televisiones diciendo que la ciudad está en quiebra… eso tampoco ayuda. Eso se puede decir en la campaña electoral,  yo mismo lo he dicho, o desde la oposición, pero si el objetivo es sacar adelante los problemas que tiene la ciudad, pues no es útil.
“Ahora toca buscar soluciones y no lamentarse”, es una frase suya que creemos se refiere a lo anteriormente citado…
—Efectivamente. Ya el diagnóstico por lo menos en grandes cifras está hecho. Se ha ido conociendo tanto en campaña como en el pleno. Sabemos quién es el responsable porque la ciudad ha estado gobernada durante 20 años por el mismo grupo, pero señalarle con el dedo no sirve de nada, llorar por esa situación tampoco. Tenemos que ponernos a trabajar en busca de soluciones aunque sé que no es cosa de dos días.
Ciudadanos junto con el PSOE solicita un pleno extraordinario sobre vivienda… ¿toman esta iniciativa porque no se estaba haciendo nada el respecto?
—Bueno, todos somos conscientes de que la ciudad tiene dos grandes problemas como son el empleo y la vivienda. Sobre empleo el PP presentó una iniciativa para un pleno que fue bajo mi punto de vista muy útil porque se presentaron una serie de propuestas que pueden redundar en el inicio de la senda de la creación de empleo o en el establecimiento de un clima para ello. Ese pleno ayudó a hablar del problema y acordar posibles soluciones. Nosotros aportamos 40 ó 50 medidas. Y el segundo problema es el de la vivienda y entendemos que es necesario tratarlo en un pleno monográfico. Entonces vimos conveniente de plantearlo e hicimos una propuesta conjunta y se ha señalado el pleno para el día 29 de este mes. Lo suyo es que el equipo de Gobierno debería haber tomado la iniciativa de presentarlo. No lo hizo así, y para eso está la oposición, que debe ser constructiva. No tiene una finalidad electoral… las próximas elecciones municipales son dentro de cuatro años.
¿Le gustó la asamblea pública para hacer balance sobre los cien días que organizó el equipo de Gobierno?
—Mire, yo no pude ir, me hubiese gustado estar pero siendo un viernes por la tarde tiene uno deberes domésticos y familiares que son ineludibles. Pero sí estuvieron algunos compañeros de Ciudadanos y luego he leído todo lo que ha salido en la prensa. Yo no criticaría la asamblea ‘Per se’. A mí que el equipo de Gobierno quiera llevar a la calle la política municipal, no me parece mal. Es su marca. No critico el acto, pero el contenido en buena medida tampoco. Lo que ha sido polémico han sido algunas intervenciones, y aquí pienso que podrían haber sido un poco más selectivos a la hora de dar el micrófono. Eso ha ocurrido también en el pleno municipal, pero hay veces que quién habla no tiene mucho que decir. Lo que sí critico es que el contenido de la comunicación que el equipo de Gobierno traslada a los ciudadanos es puramente diagnóstica,  es decir razones de por qué está el Ayuntamiento así, pero estuvo carente de soluciones. Lo que nosotros tenemos que exigir al equipo de Gobierno es que ponga soluciones a los problemas y que las ponga lo antes posible. La crítica sería dónde están las soluciones para los problemas que estamos criticando.

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