Los senadores Marco Rubio y Bernie Sanders se apuntaron hoy nuevos tantos en las primarias de sus respectivos partidos, en una jornada marcada por un sobrio debate entre los aspirantes demócratas en vísperas del próximo gran premio en su calendario electoral, el estado de Michigan.
Rubio logró su segunda victoria en las primarias republicanas de EEUU al imponerse en Puerto Rico; mientras que Sanders se hizo con su octavo triunfo en la contienda demócrata al ganar los caucus (asambleas populares) en el estado de Maine.
Las votaciones cerraron un fin de semana lleno de primarias, tras las celebradas este sábado en Kansas, Nebraska, Luisiana, Kentucky y Maine; y dieron un respiro a Rubio, el aspirante favorito del aparato del partido republicano, que hasta ahora ha tenido dificultades para convencer a los votantes.
"He ganado el 70 % del voto en la isla de Puerto Rico", se congratuló Rubio en un mitin en Boise, en Idaho, un estado que celebra sus primarias republicanas el próximo martes.
El senador de Florida se llevó los 23 delegados que estaban en juego en la isla, al ganar por casi 60 puntos porcentuales a su inmediato seguidor, Donald Trump, y al tercero en liza, Ted Cruz.
Rubio fue el único aspirante republicano que hizo campaña en la isla, con una parada este sábado en San Juan en la que lamentó que los puertorriqueños puedan elegir al candidato de ambos partidos pero no votar en las elecciones generales de EEUU.
El legislador de origen cubano argumentó que "la mejor manera de solucionar esto es solucionando la cuestión del estatus político", mediante un referéndum que pregunte a sus residentes si quieren seguir siendo un Estado Libre Asociado o anexionarse a EEUU.
La campaña de Rubio confía en que el voto de los puertorriqueños sea una muestra de lo que puede ocurrir el próximo 15 de marzo en Florida, que otorgará un gran premio de 99 delegados al ganador y donde Trump es hasta ahora el favorito en las encuestas.
Mientras, en el bando demócrata, Sanders volvió a demostrar su dominio del noreste en Maine, al imponerse con un 64 % de los votos frente al 35 % de su rival, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, cuando se había escrutado el 91 % de los sufragios.
"Gracias a la gente de Maine por su enorme apoyo (...). Puede que a los comentaristas políticos no les guste, pero el pueblo está haciendo historia. Tenemos el impulso para llegar hasta la convención demócrata" en julio, aseguró Sanders en un comunicado.
Aunque Clinton ha ganado en cuatro estados más que Sanders y acumula una enorme ventaja en términos de delegados gracias en parte al apoyo de importantes figuras del partido, el senador de 74 años quiere alargar las primarias hasta julio, impulsado por el gran entusiasmo de sus simpatizantes y una notable recaudación de fondos.
Para ese objetivo será importante lo que ocurra este martes en Michigan, un estado donde está en juego una gran cifra de delegados (147) y cuya composición demográfica y económica podría favorecer en principio a Sanders, pero es Clinton la favorita en las encuestas.
Los dos aspirantes se han enfocado a fondo en ese estado del medio oeste y hoy mantuvieron un nuevo debate en la ciudad de Flint (Michigan), donde se descubrieron altas dosis de plomo en el agua corriente que han afectado a la salud de muchos de sus habitantes.
"Está lloviendo plomo en Flint, y el estado es negligente al no darle los fondos que necesita", proclamó Clinton en un debate especialmente duro y sobrio, que trató a fondo temas como la pobreza y el racismo y contrastó con los estridentes debates republicanos de las últimas semanas.
El agua corriente de Flint se contaminó después de que la ciudad cambiara de proveedor para ahorrar, sin depurarla de forma adecuada, y sus propiedades corrosivas permitieron que se filtrasen grandes cantidades de plomo de las viejas cañerías por las que circulaba.
La exposición a grandes dosis de plomo puede desencadenar enfermedades en los riñones y es especialmente nociva para los niños, a quienes puede provocar problemas de comportamiento y retrasos en el aprendizaje.
Sanders recordó el caso de una niña de nueve años que está en educación especial por el efecto del plomo, y aseguró que se ha cometido "un crimen contra esa niña y contra el pueblo de Flint".
La economía fue también un tema destacado en el debate, dado que Michigan se ha visto afectado por el cierre de muchas fábricas y plantas del sector del automóvil.
"Clinton ha apoyado cada uno de los acuerdos comerciales" impulsados por EEUU desde 1990, afirmó Sanders al denunciar el daño que, a su juicio, han hecho esos pactos a Michigan; mientras que su rival le recriminó el haber votado en contra del rescate de la industria del automóvil a finales de la década pasada.