320 euros (ochos euros durante 40 días) de multa por la agresión a la taxista Natividad Cano, 826 de indemnizacón para la víctima, 570 para uno de los agentes también agredido y 266 para el otro, además de cuatro meses de prisión por agredir a estos policías locales que fueron a detenerlo. Ese es el dictamen judicial por un delito de lesiones y otro de atentado contra la autoridad contra Fernando Palacios, el conocido estilista onubense que en la madrugada del pasado domingo decidió golpear a la taxista que lo llevaba y a los agentes de la Policía Local que acudieron a la parada de la plaza de El Punto para detenerlo.
Tras las diligencias previas, convertidas en juicio rápido por la conformidad del acusado, esa ha sido la sentencia contra Palacios, quien según las palabras a Viva Huelva de su abogada, Inmaculada Belascoain, ha reconocido los hechos en su declaración en el Juzgado de Instrucción 1 de Huelva y se siente “avergonzado” por lo que hizo.
Es el resumen de una mañana movida en los juzgados onubenses, donde prestaron declaración la taxista agredida, visiblemente afectada en todo momento, los policías locales y el finalmente condenado, que se ‘escondió’ el máximo tiempo que pudo en la cafetería del club de tenis (a la espalda del Palacio de Justicia) para evitar ser pillado por los numerosos periodistas presentes.
En la puerta de la citada cafetería, uno de los hermanos del peluquero agresor dijo a Viva Huelva que Fernando estaba “destrozado”, que “le puede pasar a cualquiera lo que le ha pasado a él, aunque no está bien ni mucho menos lo que ha hecho” y que “no debemos darle más bombo al asunto”.
Por su parte, la abogada dijo a Viva Huelva antes de la declaración de su cliente que éste está “avergonzado” por lo que hizo, que iba a reconocer los hechos y que, pese a ello, “no recordaba” los detalles de lo sucedido.
“Si no me ayudan me mata”
La víctima, la joven taxista Natividad Cano, visiblemente emocionada, relató a los medios a las puertas del Palacio de Justicia cómo sucedieron los hechos, a la vez que agradeció el enorme apoyo que está recibiendo por parte de sus compañeros y de la ciudadanía. Aún con el miedo en el cuerpo, asegura que “si no llega a ser por mis compañeros, me mata”, describió entre llantos una mujer agredida cuya denuncia puede servir para que el sector del taxi gane en seguridad en su servicio por las calles de la capital onubense.
