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España

Los ciudadanos, cada vez más preocupados con la situación política

Aunque con un porcentaje muy pequeño, la entrada en la estadística de la "falta de Gobierno" como problema, que cosechó el 1,4 por ciento en febrero, sube en esta nueva encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hasta el 3,1 por ciento

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Los distintos parámetros de opinión recogidos en el último barómetro del CIS apuntan a un crecimiento del descontento y la preocupación de los ciudadanos respecto a los partidos y la situación política, que para casi ocho de cada diez españoles ya es "mala" o "muy mala" y sin perspectivas de mejora.

"Los políticos, los partidos y la política" continúan en marzo en el cuarto puesto de la tabla que recoge los principales problemas de los ciudadanos, pero con un porcentaje 2,2 puntos mayor que en el mes anterior, hasta llegar al 24,4 por ciento.

Además, aunque con un porcentaje muy pequeño, la entrada en la estadística de la "falta de Gobierno" como problema, que cosechó el 1,4 por ciento en febrero, sube en esta nueva encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hasta el 3,1 por ciento.

Entre tanto, el paro se mantiene como principal problema, con un 77,1 por ciento, nueve décimas menos que en el anterior muestreo, y bajan la corrupción y el fraude, que tras el repunte de febrero, cuando subieron ocho puntos hasta el 47,5 por ciento, ahora se quedan en el 44 por ciento, igualmente en segundo lugar.

Siguen los problemas económicos en tercer puesto (24,4 por ciento) y, tras la política y los partidos, empatan -con un 11,1 por ciento- la sanidad y los problemas de índole social en quinta posición de la tabla.

La encuesta surge de 2.467 entrevistas realizadas por el centro demoscópico público entre el 1 y el 11 de marzo, horquilla de fechas que comprende la celebración del debate de la investidura fallida del líder socialista, Pedro Sánchez, que arrancó el día 2 y concluyó el 4 de marzo, cuando tuvo lugar la segunda votación en el Congreso.

En esos días, el 79,9 por ciento de los españoles calificaba de "mala" o "muy mala" la situación política, superando con creces los niveles de percepción negativa que los ciudadanos tenían antes de las elecciones generales de diciembre y que en enero subieron al 69,9 por ciento y en febrero hasta el 76,7.

Sólo un 1,7 la considera "buena" o "muy buena" y el 15,7 por ciento la califica de "regular".

De forma complementaria, el pesimismo crece de cara al futuro, porque desde enero bajan los que piensan que la situación mejorará dentro de un año y son más los que vaticinan que empeorará.

En enero, el 23,1 por ciento decía que iría a mejor, en febrero era el 19,2 quien pensaba de esta manera, y en marzo la cifra continuó descendiendo, hasta el 17 por ciento.

Al mismo tiempo, los pesimistas han aumentado en estos tres meses, desde el 17,2 por ciento que decía en enero que la situación empeoraría, al 21,3 del mes de febrero y el 21,6 por ciento de marzo.

Mirando hacia atrás, se confirman los mismos datos negativos, porque si en el anterior barómetro el 43,3 por ciento aseguraba que la situación política era peor que hace un año, en el de marzo sube al 46 por ciento el porcentaje de encuestados que la han visto empeorar.

Por otro lado, el muestreo del CIS revela también que para el 68,1 por ciento la situación económica de España es "mala" o "muy mala", opinión que empeora la percepción de febrero, cuyo porcentaje era del 64,6; para un 28,7 por ciento es "regular" y sólo un 2,6 se atreve a adjetivarla como "buena" o "muy buena".

El pesimismo se repite en el ámbito económico, porque también son menos que hace tres meses los que auguran que mejorará y más quienes vaticinan un empeoramiento.

El 19 por ciento afirma que la economía irá a peor, el 39 por ciento que seguirá igual y el 18,7 que mejorará; en enero el 11,9 por ciento pronosticaba mejoría, el 40,3 que todo seguiría igual y el 26,1 que iba a progresar.

Un mes más, el CIS pregunta a los ciudadanos sobre el sistema de organización territorial que prefieren, y la encuesta apunta que ha crecido en casi dos puntos el número de españoles que apuestan por un modelo con un único Gobierno central y sin autonomías, al llegar al 18,6 por ciento desde el 16,8 de febrero.

El 39,4 por ciento quiere que todo siga como hasta ahora, el 11,9 es partidario de un sistema con mayor autonomía para las comunidades y el 10 por ciento les reconocería la posibilidad de convertirse en estados independientes.

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