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Sevilla

La Feria sigue en el debate: La tradición antes que caer en el esnobismo

Espadas quiere trasladar la consulta a los grupos municipales la próxima semana, aunque hay reticencias tanto en el PP como en C’s

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  • Sánchez, Díaz y Espadas -

La Feria comenzó este miércoles, en su día de fiesta, a ser verdaderamente Feria tras alejarse las nubes y aunque la mañana resultó desapacible en muchos momentos, los sevillanos parece que decidieron comer en casa y volcarse en el Real de Los Remedios, ya sin paraguas, llenando las casetas, las calles, los cacharritos y los aledaños. El clima parece hacer más mella en el Real que los otros debates, aunque los políticos no han eludido pronunciarse sobre la posibilidad de ir de sábado a sábado a la Feria o abrir las casetas a los turistas, con muchos matices, porque frente a la propuesta sin “debates chungos” del alcalde, Juan Espadas, los populares le han respondido que también importa la tradición y que no hay que hacer las cosas por esnobismo, mientras que Ciudadanos, aunque comparte algunos extremos de los planteamientos del socialista, tiene claro que esta fiesta no se puede “estirar como un chicle”.

Ha sido en el programa especial de Feria de Ondaluz Sevilla Televisión, que se realiza desde la caseta del Círculo Mercantil, donde los representantes políticos han abordado el futuro de la Feria sin tapujos. “Me han parado muchos para decir que les gusta una feria de sábado a sábado”, decía Espadas el martes en el set de Ondaluz, apuntando que será tras la feria cuando se reúna con los portavoces para que el Pleno decida si se pregunta a los ciudadanos sobre su propuesta, aunque antes hay que desarrollar el reglamento de las consultas. Porque los socialistas, tanto en su idea del calendario ferial como con la apertura de las casetas a los turistas, lo que quieren es “ganar espacios” y abrir debates sin tomar decisiones o imponerlas. “Queremos ganar espacios para que nos visiten pero sin generar polémica chunga porque al final será lo que quieran los sevillanos”, decía.

Voluntariedad es una de las palabras que más usó Espadas para referirse a los hipotéticos acuerdos a que llegarían las casetas grandes -no sólo las de las empresas municipales- con los hoteleros, de forma que si acceden podrían abrir al turista las casetas en la franja horaria de cuatro y media a siete de la tarde, cuando están más vacías. “No son las familiares o las de socios; no se trata de desnaturalizar la Feria”, señalaba el alcalde, que se comprometía a dar ejemplo con las casetas de las empresas municipales.

Pero los que han expresado sus reservas abiertamente son los populares. Juan Ignacio Zoido ha reconocido ante las cámaras de Ondaluz que la propuesta de sábado a sábado ya se las habían manifestado durante su mandato hosteleros y hoteleros pero “hay otros intereses en juego, es muy importante la tradición”, y aunque se mostró abierto al diálogo y a la consulta - “habrá que ver qué consulta se hace”, advertía-, tiene claro que sólo debe hacerse con consenso, porque “por esnobismo o procurar ser original, no merece la pena”.

El que fuera delegado de Turismo, el popular Gregorio Serrano, también añadía el debate del traslado de la Feria a las cuestiones pendientes de esta festividad, y aunque se mostraba partidario de abrir las casetas de las empresas públicas a los turistas, apuntaba una propuesta más: casetas dedicadas al turismo.

También mostró algunos reparos a las propuestas de Espadas el portavoz de Ciudadanos, Javier Millán, que si bien reconoció que “hay que adaptarse” porque el domingo de Preferia hay más gente que el de los fuegos y es mejor tener activos todos los dispositivos cuanto antes, no cree razonable “extenderla como un chicle”.

Recepciones

Aunque el debate está ahí, hubo un hueco -uno entre muchos- para el encuentro en la recepción que el Ayuntamiento ofreció en la caseta municipal al mundo de la cultura y el turismo, además de a los medios de comunicación, aunque estuvo algo condicionado por la presencia de la presidenta de la Junta -familia y séquito de su Gobierno casi en pleno acompañándola- y la posibilidad o no de que asistiera Pedro Sánchez, aunque el socialista se quedó en otra caseta a pocos metros de la de la hispalense. Y también hubo corrillos en los que no se pudo dejar de comentar que el último acto público del alcalde de Granada, José Torres Hurtado, fuera precisamente en la recepción que Espadas había dado un día antes en esa misma caseta a los políticos de su eje entre ciudades andaluzas.

Entre propuestas atrevidas de los barmans -les aseguro que se hacen mojitos sin alcohol con su yerbabuena, fresas incluidas-, un jamón recién cortado que daba gusto verlo -porque probarlo era difícil de lo rápido que desaparecía- y los chicos de la Escuela de Hostelería esquivando como podían los pequeños grupos que se saludaban y no paraban de hablar, lo más emotivo fue el homenaje que se le hizo, con la entrega de un giraldillo, a Manuel Garrido, autor de las sevillanas “del adiós” (No te vayas todavía, no te vayas por favor, o Pasa la vida y muchas otras sevillanas célebres). Garrido agradeció emocionado el aplauso pero quiso compartirlo con quien, desde el cielo, debía merecer el reconocimiento tanto como él, con Manuel García. 

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