Quien esperase un verano tranquilo en el Cádiz CF se equivocaba. Parece que el club gaditano está abocado a no disfrutar jamás de unas felices vacaciones. Esta vez, tras apenas unos días de fiesta por el ascenso a Segunda División, Radio Cádiz adelantaba la noticia: el juez anula la subasta mediante la que las acciones de Sinergy pasaron a Locos por el Balón.
Así es, el juez admitió el planteamiento del abogado de Sinergy, José Enrique Rodríguez Zarza, que insistía en que la subasta debía anularse por varios motivos. Para empezar, la validez del pacto de renovación formalizado en Antequera en 2013, además de la inexistencia del libro de socios y la falta de acreditación por parte del Antonio Muñoz de la titularidad real de las acciones que vendió y habían pertenecido al Grupo Bahía de Cádiz Sociedad Civil, “así como a la ausencia de la liquidación real del precio real de la compra venta, que debía de ser fijado entre las partes conforme a la liquidación a 30 de junio de 2013, y cuyo requisito previo fue deliberadamente obviado por Don Antonio Muñoz Vera”.
Se congratula Rodríguez Zarza de que “la sentencia también plantea serios defectos de forma y legales tanto en la actuación del Notario, el Señor Cabrera, como del abogado y entonces Secretario del Cádiz, Diego García Juan”.
¿Qué pasará ahora? Pues de momento nada, ya que la sentencia es recurrible, tal y como se apresuró a explicar el presidente del Cádiz CF y Administrador Único de Locos por el Balón, Manuel Vizcaíno, en un comunicado remitido a los medios.
“En Locos por el Balón nos consideramos terceros de buena fe, se adquirió el paquete mayoritario de acciones de una entidad en una situación caótica, al límite de la liquidación, y llevándola al fútbol profesional”, recalca avisando de que se actuará en consecuencia “a la mayor brevedad posible”. Esto es, Locos por el Balón acudió a una subasta y el problema es entre Sinergy y Antonio Muñoz, así de fácil.
Según declaraciones de Vizcaíno a la web oficial del club, los cadistas “pueden tener muy claro que, en todos los casos y siempre dentro de la legalidad vigente, la estabilidad patrimonial del club está garantizada”.
Además, insiste en que “nosotros no somos parte de ese litigio entre Sinergy y Antonio Muñoz Vera, y no va a afectar en ningún caso a un tercero de buena fe”. De hecho, incluso podría darse el caso de que se termine concediendo la razón a Sinergy tras los recursos, pero no se le devuelvan las acciones como tales, sino que se le asigne una indemnización económica.
Apunta otra clave el presidente: “se debe tener muy claro que después de esa subasta el club ha seguido funcionando, ha habido movimientos accionariales a través de una ampliación de capital y el porcentaje que en su día adquirimos tuvo una reducción en su valor”. Ante esto, como terceros de buena fe también podrían considerarse todos quienes acudieron a la ampliación de capital.
Por otra parte, Sinergy ya dejó bien claro que no pretende asumir de nuevo la gestión del club, pero que reclamaría sus derechos, como así ha sido. De estas palabras se deduce que busca una compensación económica que ahora podría tener muy cerca.
Con este escenario, parece que ambas partes están condenadas a entenderse. Unos no quieren recuperar las acciones si no es para encontrales un comprador, mientras que otros insisten en su buena fe. En medio de todo, Antonio Muñoz, que podría verse perjudicado en el asunto.
De momento, habrá que esperar, pero para recurrir se dispone de veinte días hábiles y agosto es inhábil para estos asuntos. ¿Se resolverá antes o de nuevo se tendrá que vivir un largo culebrón en las oficinas del Carranza?