Manuel Pablo García ha despedido su carrera este viernes en la ciudad deportiva de Abegondo con todos sus compañeros de equipo en la sala de prensa, donde, antes de recibir una gran ovación, ha asegurado que es "feliz por todo" lo que ha "conseguido".
A sus 40 años, Manuel Pablo, que ha jugado 482 partidos oficiales con el Deportivo, 349 en Primera División, afronta una nueva etapa como enlace entre la plantilla, el cuerpo técnico y la dirección deportiva.
El futbolista, que recibirá un homenaje el 9 de agosto en el Trofeo Teresa Herrera ante el Villarreal en el estadio de Riazor, deja el fútbol en activo con agradecimiento para el Deportivo y también para la UD Las Palmas, el equipo en el que se formó y desde el que llegó a Galicia en 1998.
"Gracias a mis compañeros, a mi familia, a la gente de Abegondo, a todos los trabajadores, a la gente de las palmas que me vio crecer y a la afición. Siempre he intentado ser un jugador de club y me siento querido", comentó el futbolista en su despedida.
El canario admitió que "sabía" que su retirada "podía llegar en cualquier momento" y se mostró "feliz por todo" lo que ha "conseguido" en su carrera, que finaliza con cuatro títulos: una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas.
Manuel Pablo admitió estar "contento también con lo que empieza" para él, una tarea en la que es "un aprendiz" y que le ilusiona.
El ya excapitán del Deportivo explicó que tenía "ese gen competitivo" que le pedía seguir en activo, pero después del poco protagonismo que tuvo la temporada pasada y de que se le presentaba una campaña similar, aceptó dejar el fútbol.
"Sabía que no iba a jugar nada y hablando un poco con el entrenador, me lo explicó muy bien. Creo que es una buena idea", apuntó.
Aunque deja el fútbol, Manuel Pablo advirtió de que seguirá en forma porque "el ejercicio no se va a acabar".
"Siempre me ha gustado el deporte y no me veo con panza, aunque nunca se sabe, porque también me gusta comer", confesó.
El Deportivo anunció el cambio de rol del jugador el primer día de la pretemporada, casi dos meses después de su último partido, ante el Real Madrid, en el que aplazó su retirada porque su intención era seguir en activo.
Además, el equipo coruñés vivía unos días convulsos en el vestuario, con numerosas declaraciones sobre los problemas internos que habían tenido a lo largo de la temporada.
Manuel Pablo explicó que no se arrepiente de no haberse retirado tras el partido ante el Real Madrid, como hizo el croata Stipe Pletikosa, porque no le "gustó lo que pasó esa semana" y afirmó estar "contento con la despedida" que tuvo este viernes con los jugadores actuales de la plantilla en la sala de prensa.
De sus 18 temporadas en el Deportivo, dijo que vivió "momentos mejores y peores", pero siempre ha intentado "ser un buen compañero".
"En los malos momentos ha habido que apretar, pero se han sacado adelante y ojalá lleguen épocas buenas. A mí me tocó vivir una etapa muy buena y estoy orgulloso de poder haber devuelto al club a Primera, que ha sido una gran batalla", comentó.
En este sentido, deseó que el Deportivo vaya avanzando "poco a poco" y vuelva a ser "un equipo referente en España".
"Ganar títulos es lo máximo, pero para mí lo más difícil fue el último ascenso, porque el club estaba en una situación comprometida, nosotros también, y cuando llegamos en pretemporada éramos solo diez jugadores, sabiendo que el club estaba en una situación muy complicada y que teníamos que ascender", dijo.
Ese ascenso de 2014 es "el momento" del que se siente "más orgulloso por la dificultad que había", dijo el campeón de una Liga, una Copa y dos Supercopas.
Manuel Pablo, el único que quedaba en la plantilla del mejor equipo que ha tenido el Deportivo, comentó que con su retirada "no se cierra ningún capítulo" porque "el club sigue y va a seguir creciendo y a conseguir cosas".
"No sabemos el tiempo, pero se está construyendo una base para volver a hacer historia. El club tiene 110 años de historia, así que no es la historia de un jugador solo", concluyó.
