Un año más nos concentraremos, en esta ocasión el jueves 21 de julio a las 9:30 de la noche en el Parque Calderón, “con el propósito de hacer visible esa otra realidad de sufrimiento y humillación que padecen numerosas familias de nuestra ciudad y que permanece oculta para gran parte de la población. Estamos padeciendo un sistema económico, basado en la avaricia de unos pocos, que ha construido una sociedad marcada por enormes desigualdades, injustas y crecientes, y que va dejando un reguero de víctimas al borde del camino. ¿No se pone en pie nuestra rebeldía al conocer que este sistema destruye tanto a las personas, que 4.000 hombres y mujeres se suicidan al año en España porque han llegado al fondo, donde la propia vida pierde todo sentido?”
“¿No crece nuestra indignación ante este desorden económico que deja fuera del mercado laboral a más de la mitad de nuestros jóvenes y considera mayores para el trabajo a los que tienen más de 50 años? En El Puerto, a pesar de las engañosas afirmaciones de la mejoría de la economía, no conseguimos bajar de los 11.000 parados ni siquiera en época de turismo. El paro, en esta sociedad, trae consigo un rosario de desgracias que rodean, como enjambre de avispas, a las familias pobres, amargándoles la vida”.
“¿No se retuercen en nuestro interior los sentimientos humanos al contemplar que existen miles de viviendas vacías en manos de los bancos mientras cientos de familias no tienen un techo digno donde cobijarse? Saludamos con orgullo la lucha que la PAH de El Puerto está manteniendo por poner cordura en este drama humano. Animamos a las personas afectadas a que se acerquen a la Oficina de Intermediación contra los Desahucios, porque unidas conseguiremos parar este asalto a los derechos humanos”.
“¿Nos quedamos impasibles ante la falta de recursos para atender desde el Ayuntamiento tantas emergencias sociales, mientras se pueden malgastar millones de euros públicos en unos parkings que solo van a beneficiar a unas cuantas empresas? Si las multinacionales quieren construir aparcamientos, que compren los terrenos y que se arriesguen a explotarlos por su cuenta. El dinero público es necesario para atender otras urgencias”.
“No es posible que toda esta realidad que nos envuelve no llegue a tocar ni una fibra de nuestro corazón. No podemos permitir que los dueños del dinero nos ganen la batalla haciendo creer a la gente que es mejor competir que colaborar, acumular que compartir, excluir al diferente que acogerlo, derrochar que ser austeros, maltratar a la naturaleza que cuidarla, odiar que amar… Tenemos que volver a las calles, regresar a defender nuestra dignidad, a exigir que termine este circo político, con apariencias democráticas, en que llevamos sumidos tantos meses”.
La principal responsabilidad de los representantes políticos es asegurar una vida digna a todas las personas. Si no lo pueden hacer a través de un empleo que permita a las familias poder llegar a fin de mes, que lo hagan a través de una Renta Básica Universal. Dinero hay, y mucho, que se lo digan a los miles de corruptores y corruptos que saquean lo que es de todos y nunca lo devuelven.
“Terminamos exigiendo, como lo hace la PAH El Puerto, que se convierta en delito el dejar a cualquier familia o persona sin recursos suficientes para poder disfrutar de la vida con dignidad. Entonces nos sentiremos orgullosos de nuestra sociedad y de nuestra ciudad”.
