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Peritos: Restos del asesinato en Córdoba coinciden con acusado

Con el hombre de nacionalidad rumana y unos 40 años, acusado de un delito de asesinato y robo con violencia e intimidación

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  • Audiencia Provincial Córdoba -

Los peritos de la Policía Nacional que han declarado este miércoles en el juicio con jurado al hombre de nacionalidad rumana y unos 40 años, acusado de un delito de asesinato y robo con violencia e intimidación, supuestamente cometidos sobre un varón, que cuidó a un amigo del procesado, que también participó en los hechos y ya ha sido condenado a cárcel, en la capital cordobesa, han expuesto que los restos biológicos encontrados en el lugar del crimen "coinciden" con el acusado.

Durante la tercera sesión en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, que este jueves verá los informes finales, los peritos han detallado que había ADN en la ropa, las colillas encontradas, en muestras de sangre y en dos uñas del cadáver, al tiempo que han puntualizado que una colilla tenía los restos del ahora procesado y del ya condenado a prisión.

Mientras, los médicos forenses han señalado que es "mucho más probable" que en el caso intervinieran dos personas, de forma que habría "mucho más grado de intimidación", al tiempo que la víctima "no tenía ninguna posibilidad de defensa", según los médicos, quienes han precisado que murió por "estrangulamiento manual, no tenía lesiones de defensa.

En concreto, los facultativos han explicado que primero recibió "un botellazo en la cabeza", pero no perdió el conocimiento, tras lo cual presuntamente le intimidaron y en ese estado lo ataron y posteriormente se produjo el estrangulamiento.

Al respecto, los policías nacionales que han declarado este martes han mantenido que tras entrevistarse con el condenado, este les facilitó el perfil y datos de la persona presuntamente implicada con él y "cuadraba todo" con el ahora procesado.

Así, uno de los agentes ha manifestado que tenían "idea de quién podía ser", pero con los datos de la entrevista el condenado "centró el objetivo", según el testimonio de un miembro de la Policía Judicial, quien ha apuntado que el encarcelado reconoció que había participado con el acusado, para lo cual dio "detalles exactos" sobre las características y lo que hicieron.

RECLAMAN "JUSTICIA"

Entretanto, sobrinos del fallecido han relatado que tenían una relación "habitual" con él, que vivía solo, pero no les contó "nada" sobre si tuviera relación con alguna persona, a la vez que reclaman "justicia" en este caso.

Cabe señalar que el acusado expuso el lunes que conocía a la víctima tras estar en su casa horas antes de los hechos, porque el fallecido lo asistió, le hizo "un masaje en los pies", se cambió de ropa y le dio dinero para que cogiera un autobús, destino a Madrid, no sin antes despedirse "cariñosamente".

De este modo ha explicado el hecho de que en la vivienda hubiera restos biológicos suyos, al tiempo que ha comentado que le dio la impresión de que quería ligar con él y ha defendido que no estuvo en dicha casa con el condenado por este caso, con el que solo ha hablado "una vez" y no tenía relación con el mismo, según su testimonio.

Además, ha relatado que llegó a Córdoba para buscar trabajo, pero se marchó al no encontrar, a la vez que, tras mantener que no es "culpable", ha insistido en que no le han dejado declarar en fase de instrucción, ni le han enseñado fotografías sobre el caso.

No obstante, el fiscal pidió al jurado que tenga en cuenta las declaraciones anteriores del acusado, que "no tienen absolutamente nada que ver" con lo declarado ahora. De hecho, durante la exposición de las cuestiones previas ha subrayado que existen "indicios más que suficientes" para juzgar al procesado, sobre el que hay "pruebas contundentes" de su participación.

Igualmente, ha apuntado que existen "huellas biológicas" del acusado en el lugar del crimen, ante lo cual considera "absolutamente imposible" que los restos sean de otra persona, por lo que ha asegurado que no tiene dudas de que participó en el delito de asesinato.

"UNA FUERTE DUDA"

Mientras, el abogado de la defensa ha defendido la absolución para su cliente, tras aseverar que el ya condenado acusa al procesado, pero hay "una fuerte duda" de que el motivo en este caso sea el robo, sino que cree que ha habido "un estado de celos" que presuntamente llevó al condenado a realizar tal acto, de manera que ha remarcado que el acusado "no es el autor de los delitos" que se juzgan ante el jurado.

La Fiscalía pide para el procesado penas de 20 años y seis meses de prisión, según recoge la calificación del Ministerio Público, en la que se detalla que a principios de diciembre de 2005, una persona que ya ha sido juzgada y condenada a prisión en noviembre de 2006 por la Audiencia Provincial de Córdoba, abordó en compañía de otra persona, cuya identidad no se ha acreditado, a un hombre en la Avenida de América, a la altura de la estación de ferrocarril.

En concreto, el condenado le manifestó al varón que "se encontraba sin trabajo, documentación y dormía en la calle", ante lo cual el hombre le dio el número de teléfono de su casa, para que lo llamara al día siguiente y concertar una cita. Tras ello, iniciaron una relación de convivencia en el domicilio del varón y acudieron a diferentes establecimientos de la ciudad, con el fin de suministrarle ropa y lo que precisara, "sin que conste que le diera dinero".

Posteriormente, el condenado comunicó dichas circunstancias al ahora acusado, que se conocieron en un albergue de Jaén y se trasladaron a Córdoba, donde mantuvieron el contacto e "idearon de forma conjunta apropiarse del dinero que pudiera tener el hombre, sin importarle los medios que tuvieran que utilizar para conseguirlo" e "incluso causarle la muerte", según expone el fiscal.

"EXTORSIONARLE"

De esta forma, ambos fueron a casa del varón con el fin de "extorsionarle" y conseguir que les entregara el dinero que tenía, de modo que "nada más entrar" en el domicilio y "sin mediar palabra", el condenado presuntamente golpeó al hombre con un puño en el estómago, para "amedrentarlo", a la vez que el ahora procesado "le cogía por el cuello", según el fiscal.

Al no acceder a las pretensiones de "los asaltantes", el primero de ellos cogió una botella y le golpeó por detrás en la cabeza, momento en le que quedó conmocionado y cayó al suelo. Así, supuestamente le ataron los tobillos con un pañuelo y le amarraron las muñecas con una bufanda, y para evitar que gritara o pidiera ayuda, "lo amortajaron con una bufanda y un pañuelo, a la vez que le metieron un calcetín en la boca y le ataron un pañuelo en la frente.

De este modo, "sin poder moverse", presuntamente lo arrastraron por el suelo hasta el cuarto de baño y una vez en el lugar, ambos "lo cogieron por el cuello con las manos, con el fin de quitarle la vida, y aprovechando que no podía defenderse, le estrangularon hasta causarle la muerte por asfixia".

Tras ello, los dos registraron la casa y se apropiaron de 20 euros. Estuvieron en la casa durante unas dos horas, para después coger un tren destino a Barcelona, donde fue detenido al día siguiente el primero de ellos, mientras que el segundo, que ahora es juzgado, fue detenido por la Policía en la ciudad alemana de Munich el día 29 de agosto de 2015.

Cabe destacar que la víctima vivía sola y sus parientes más cercanos cuando ocurrieron los hechos eran sus hermanos, de los que dos viven, así como sus sobrinos y para los que pide el Ministerio Público que sean indemnizados en unos 300.000 euros.

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