Tras la reunión anunciada por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), para tratar las diferentes problemáticas y conflictos que afronta el sector del taxi, los presidentes de las asociaciones Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi, Fernando Morales y Enrique Filgueras, respectivamente, han valorado el "paso importante" dado por el Gobierno municipal al destinar hasta un total de 20 agentes a combatir el "intrusismo y las conductas irregulares".
Espadas, recordémoslo, anunciaba hace pocos días que se había decidido convocar "inmediatamente" a todas las partes relacionadas con el sector del taxi, al entender que "el espectáculo que se está dando con determinado tipo de actuaciones o conductas es absolutamente inasumible e inaceptable". Aludía el alcalde, en concreto, a los últimos incidentes relacionados con esta actividad, el más reciente de ellos el bloqueo de un coche de alquiler con conductor en plena Plaza Nueva.
Y es que después del desembarco de la empresa de alquiler de coches con conductor Cabify en la ciudad, los taxistas denuncian supuestas situaciones de "intrusismo" por estos conductores, que de su lado habrían sufrido presuntos casos de violencia a cuenta de su actividad.
Frente a estas problemáticas, el Ayuntamiento había anunciado ya que prevé ampliar el Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI) de la Policía Local; crear una unidad policial "específica" para el aeropuerto de San Pablo y la estación de trenes de Santa Justa, para "combatir el intrusismo, las conductas irregulares o los cobros abusivos"; y establecer controles para los vehículos de transporte concertado que dan servicio a viajeros del aeropuerto hispalense.
El caso es que tras la reunión, el concejal de Seguridad y Movilidad, Juan Carlos Cabrera, ha anunciado que entre los nuevos agentes destinados al SETI y los movilizados en las paradas de taxis del aeropuerto y Santa Justa, la Policía Local contará antes de que acabe febrero con 20 miembros dedicados a actuar contra el intrusismo y "las conductas irregulares". "Van a trabajar en uno y otro sentido", ha dicho.
Y es que la actividad de Cabify, "es legal", pero está sujeta a una regulación según la cual los vehículos deben estar "estacionados" a la espera de su demanda vía teléfono móvil, es decir, que no les estaría permitido circular a la búsqueda de clientes o acudir a espacios "de influencia" como las estaciones de transporte colectivo.
"PASO IMPORTANTE"
Dado el caso, Enrique Filgueras ha expuesto, a la salida de la mencionada reunión, que se ha dado un "paso importante" para solucionar el conflicto, pues "el taxi tiene una ordenanza que regula perfectamente la actividad, el marco está claro, y lo que pedimos es que otros operadores tengan igual de claro el marco, para que cumplamos todos", en un escenario en el que "haya una fuerza policial que haga cumplir los acuerdos".
Y es que según Filgueras, en la reunión "se ha demostrado" que los conductores de Cabify estuvieron recientemente "ocupando" el entorno de Santa Justa con motivo de un evento que implicaba trasiego de clientes, cuando en su inmensa mayoría "no estaban autorizados para ello". "Un coche concertado no puede estar dando vueltas por Sevilla, o ir a las puertas de una discoteca, buscando pasajeros", ha dicho, recordando que los taxistas pagan "150 euros por las paradas".
Respecto a las situaciones de violencia a las que habrían sido sometidos varios taxistas de Cabify, Filgueras ha defendido que los taxistas "no salen a buscar conflicto, sino a trabajar", aunque se "molestan cuando les meten la mano en la cartera todos los días". En ese sentido, ha rechazado que se "recurra a la violencia", insistiendo en que en ocasiones como la citada situación de Santa Justa, los conductores de los vehículos concertados estaban "llevándose el trabajo" de los taxistas. "Cabify no ha cumplido", ha avisado respecto a las limitaciones de los vehículos concertados.
LO QUE SE DEFIENDE "A MUERTE"
"Yo el trabajo lo defiendo a muerte y el respeto a las normas también lo defiendo a muerte", ha enfatizado, exponiendo que el sector del taxi se ha "comprometido" para la erradicación de los incidentes y "el sector ha cumplido siempre a rajatabla". "Un marco claro para cada uno y a cumplir a rajatabla", ha expuesto.
Fernando Morales, de su lado, ha corroborado tal extremo, porque Cabify "ha traspasado el límite y ha trabajado en nuestro terreno". En cuanto a la situación de la parada de taxis del aeropuerto, sujeta a una tarifa única con un precio de 22,2 o 24,75 euros y supuestamente acaparada por un grupo de profesionales, ha defendido que el empeño del sector es "que todos los taxistas trabajen en todas las paradas sin excepción, en las 140, y que cada uno elija libremente dónde quiere trabajar". "Otra cosa es que haya afinidad, porque allí tenga su cuñado o su primo", se ha encogido de hombros.