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Cajasur acelera su cierre de oficinas en Andalucía

Este viernes bajará la persiana la sucursal de Linares-Baeza (Jaén), dejando a centenares de jubilados y pensionistas sin ningún banco en el pueblo

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  • Concentración vecinal contra el cierre de la única entidad
  • Este próximo viernes, 17 de febrero, será el último día que abrirá sus puertas la sucursal de Cajasur en la Estación de Linares-Baeza
  • Los vecinos dicen sentirse engañados por Cajasur y recuerdan que, ya en el pasado mes de agosto, las oficinas también se cerraron al público
  • Este efecto no es más que la constatación de un proceso de cierre de oficinas que se ha acelerado en el último año en Andalucía

Salvo decisión de última hora poco probable, este próximo viernes, 17 de febrero, será el último día que abrirá sus puertas la sucursal de Cajasur en la Estación de Linares-Baeza (Jaén). El que podría plantearse como un cierre más de una oficina bancaria, dentro del vertiginoso proceso de ajuste del sistema financiero español en los últimos años, tiene en esta ocasión un fuerte componente social, por cuanto la de Cajasur es el único banco al que pueden acudir los más de 1.500 habitantes de esta Entidad Local Menor jienense.

Somos una población con muchas personas mayores, que van a tener muchas dificultades para desplazarse hasta Linares

“Somos una población con muchas personas mayores, que van a tener muchas dificultades para desplazarse hasta Linares”, se quejaba Reyes Amores, presidente de la Asociación de Vecinos de la Estación de Linares-Baeza, durante la concentración vecinal mantenida en días pasados para protestar por el cierre de la única entidad bancaria con la que cuenta este núcleo de población, en su día uno de los principales enclaves ferroviarios del país y en la actualidad, debido al cierre de líneas y de servicios, lugar de residencia de muchos jubilados y pensionistas.

Los vecinos dicen sentirse engañados por Cajasur y recuerdan que, ya en el pasado mes de agosto, las oficinas también se cerraron al público. Así hasta que, finalmente, les han comunicado que el cierre definitivo tendrá lugar el próximo 17 de febrero. La alcaldesa de Linares-Baeza, Mariola Aranda, que secundó la concentración de protesta de sus vecinos, se quejaba del silencio de Cajasur a los muchos escritos presentados para pedir que se mantenga abierta la sucursal.


Contaba también Aranda que incluso se han sentido amenazados, pues, desde la entidad, se les dijo que si iniciaban acciones al respecto, se atuvieran a las consecuencias. Amenazas que no van a tener en cuenta, ni muchos menos. “Vamos a dar todos los pasos necesarios para revertir esta situación”, comentaba la alcaldesa, que habla incluso de contactos con otras entidades para suplir el vacío que dejará la oficina de Cajasur. Fuentes de esta entidad han justificado el cierre en el proceso de reordenación bancaria iniciado en 2012 tras la fusión con BBK.

En efecto, el cierre de la sucursal de Cajasur en Linares-Baeza no es más que la constatación de un proceso de cierre de oficinas que se ha acelerado en el último año en Andalucía, aunque es en Córdoba y en Jaén (las provincias con mayor implantación de Cajasur) donde más se está dejando notar. Sólo en la provincia cordobesa se han cerrado medio centenar de sucursales desde la llegada de Kutxabank, y en Jaén, a falta de datos oficiales, también son varias decenas las oficinas clausuradas.

Por primera vez en los casi cinco años de existencia de Kutxabank –tras la fusión de BBK, Kutxa y Vital en enero de 2012- la red de oficinas del banco se ha quedado este año por debajo de las 1.000 sucursales: 969 en total. De ellas, 633 pertenecen a la entidad vasca y 336 a Cajasur. Según los datos del primer semestre de 2016 enviados a la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), en ese periodo Kutsabank redujo su número total de sucursales en 44. En la mayor parte de los casos se trata de cierres, aunque se incluyen también las diez oficinas en Extremadura que vendió Caja Rural de Almendralejo. Esta operación se cerró durante el primer semestre de 2016, y las sucursales vendidas formaban parte de la red que aportó la cordobesa Cajasur –que estaba integrada en la caja vizcaína BBK- a la fusión de las entidades de ahorros de Euskadi.

Y, a finales de 2016,  Kutxabank, en su condición de accionista único de Cajasur Banco, acordó una ampliación del capital social por un importe de 300 millones de euros, con el objetivo de cumplir con los nuevos requerimientos del Banco Central Europeo (BCE) al sector. Según comunicó CajaSur Banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mediante un hecho relevante, la citada ampliación de capital social se hará mediante la emisión de 300.000 nuevas acciones, de la misma clase y serie de las ya existentes, de 1.000 euros de valor nominal cada una de ellas, las cuales han sido íntegramente suscritas y desembolsadas por el accionista único, es decir, Kutxabank. Una ampliación de capital que, fuentes de Cajasur, aseguran que “se anticipa totalmente, ante las necesidades futuras de capital, por los nuevos requerimientos, ya conocidos por parte del BCE”.

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