El comercio ilícito de cigarrillos volvió a crecer en España durante el segundo semestre de 2016, impulsado por Andalucía, y supuso el 9,2 % de todo el consumo, según un estudio de la empresa Ipsos, cuyas cifras apuntan a que éste ha sido el primer repunte de los últimos dos años. El informe, al que ha tenido acceso Efe, refleja un aumento de un punto respecto al dato del primer semestre (8,2 %), aunque se mantiene todavía seis décimas por debajo del registrado en el mismo período del año anterior (9,8 %).
La estadística rompe la tendencia a la baja que se apreciaba desde la segunda mitad de 2014, período en el que alcanzó un máximo del 12,5 %.
Fuentes del sector del tabaco en España han explicado que este último dato sobre el nivel de contrabando en el país supone que el Estado deja de percibir en torno a 800 millones de euros vía fiscal, según sus propios cálculos, basados en que el 78 % del precio de una cajetilla son impuestos.
De todo el comercio ilícito, apenas el 0,3 % correspondió a productos falsificados, lo que según estas mismas fuentes significa que el principal problema de España es la llegada de cajetillas procedentes de otras geografías, en su mayor parte de forma ilegal.
El estudio señala a Gibraltar (21,5 %), las áreas de Duty Free (18,5 %), Andorra (15,3 %) y Canarias (6,3 %) como principales puntos de origen, aunque los autores del documento no consiguieron
identificar de dónde venía el 15 % de las cajetillas utilizadas para esta muestra, en la que se recogieron más de 300.000 unidades.
Pese al incremento observado en el segundo semestre de 2016, el peso del comercio ilícito de cigarrillos se sitúa cerca de la media europea, que según la compañía especializada en investigación de mercados ronda el 10 %.
El fenómeno en España, además, se explica en gran parte por los altos porcentajes registrados en Andalucía, donde el informe de Ipsos sitúa que el 29,9 % de los cigarrillos consumidos -es decir, casi 3 de cada 10- no seguía el circuito legal, más de 4 puntos por encima del dato del primer semestre de 2016.
De lejos le siguen Cataluña, con un 7,1 %; Madrid (5,7 %); Extremadura y Navarra (5,3 %, respectivamente); País Vasco (5,1 %) y Murcia (5 %).
Por compañías tabaqueras, el 27,3 % de este comercio ilícito de cigarrillos correspondió a marcas de la firma luxemburguesa Landewyck; el 25,4 % a Philip Morris; 15 % a Japan Tobacco International (JTI); 8,7 % a Imperial Tobacco -grupo en el que se encuentra la española Altadis-; 7,4 % a la griega Karelia; y el 4,8
%, a British American Tobacco (BAT).
Por marcas, las cajetillas de Ducal (18,2 %), Marlboro (14,3 %), Winston (10,7 %), Chesterfield (8 %), American Legend (7,4 %), Fortuna (5,9 %) y Austin (5,9 %) encabezan la estadística.
El estudio de Ipsos -realizado en 50 mercados- está financiado por las cuatro grandes tabaqueras y se basa en la recogida de cajetillas vacías por las calles en cantidad proporcional al volumen de población de cada país, tras lo que son enviadas a la empresa de origen, que comprueba si la venta fue legal o no analizando el sello fiscal, el tipo de advertencia fiscal, etc.