El alcalde, José Ignacio Landaluce, acompañado por el teniente de alcalde delegado de Urbanismo, Diego González de la Torre, y técnicos municipales, ha supervisado las obras de mejora que el Ayuntamiento ejecuta en la calle Libertad, dentro del proyecto de remodelación integral del barrio de San Isidro.
El primer ha destacado que “tenemos que poner en valor nuestro barrio más típico, a través de la realización de obras globales, que afectan tanto a la superficie como al subsuelo de estas calles, lo que evita que el día de mañana haya que volver a abrirlas. Esto es mucho más que renovar el adoquinado, ya que hablamos también de la renovación de las conducciones y canalizaciones”.
En estas actuaciones se cuenta sobre el terreno con el asesoramiento de un arqueólogo ante la posibilidad de que aparezcan restos históricos, aunque se espera que no sea así, ya que tampoco fueron encontrados en los trabajos realizados en la calle Gloria.
En lo que se refiere a las obras de la calle Libertad, los trabajos consisten en el movimiento de tierras, la retirada del adoquinado antiguo de piedra caliza y que presentaba un gran desgaste, rebaje del firme para colocación de una losa de hormigón que sustente la nueva pavimentación, la ampliación de las aceras a un metro y medio de anchura cada una, el soterramiento de la red de alumbrado público, la preparación de conducciones para que Endesa sustituya en un futuro el cableado eléctrico aéreo, renovación de la red de saneamiento mediante la colocación de un tubo de PVC y de sus acometidas, introducción de dos redes de agua potable a través de tuberías de polietileno para dar servicio a los usuarios de cada acera, renovación de una antigua red de transporte de agua que discurre por la parte media de la vía y que da servicio a gran parte del centro de la ciudad, y colocación del nuevo alumbrado público.