El tiempo en: Jaén

Jerez

“Me dicen que con mi música se enciende la llama que estaba apagada”

Rosario Montaya, ‘La Reina Gitana’, presenta en Jerezmaría s. acosta jerez El pasado viernes, Rosario Montoya, La Reina Gitana, p su primer disco 'Mucha lumbre'

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Un momento de la actuación de La Reina Gitana -

El pasado viernes, Rosario Montoya, La Reina Gitana, presentó su primer trabajo discográfico en la sala Compañía de Jerez, rodeada por su equipo; María Higuero, su fotógrafa, Manuel Lozano Carbonero, profesor y maestro de guitarra y Juan Antonio Espinosa, encargado de los medios técnicos, además de por sus familiares y amigos.

Higuero afirma que “la portada es fuerza, lo que la define totalmente a ella” destacando que “buscábamos transmitir sentimientos, emociones.” Por su parte, Manuel Lozano Carbonero destacó que “sonar flamenco, en general,  es difícil, pero en el piano, aún más,” mientras que Espinosa resalta que “ella es arte, y hemos de creer en este tipo de artistas.”

Esta pianista de raza gitana, con tan sólo 4 años  ya deseaba un piano de manera ansiosa.  Por ello, se lo pidió a sus padres, pero como ella cuenta “en aquellos tiempos, en casa, no teníamos dinero para un piano, ya que costaba mucho, 300.000 pesetas y mis padres no podían comprármelo.”
Pero entonces, la hija del jefe de su padre le regaló uno. “Me costó tanto conseguirlo, que al ver el sufrimiento que mi madre había pasado, la inspiración me salió de principio a fin” cuenta la artista.
Muy unida a los suyos, Rosario Montoya se apoya en ellos para conseguir sus metas, dedicando a su madre, su marido y su hija, Rosario, algunas de las canciones del nuevo disco.

A su hija le dedica la primera canción que compuso ‘Dulce Melodía,’ ya que como relata  “en los momentos de más dificultad pero también los más bonitos, es cuando al artista le entra la inspiración.” Y es que la inspiración para esta canción viene de un momento único: agarrada de la mano de su marido mientras daba a luz a su hija, Rosario, resaltando que “ella es la más dulce melodía de mi vida.”

Esta fue una de las tres canciones que interpretó en el acto de presentaciónpara el que reservó de despedida un fin de fiesta por bulerías. El acto había comenzado con la presentación de José Callado dedicando un poema a la Reina Gitana, alegando que “desde que la conocí, siempre tuve muy buena relación con ella. Congeniamos desde el principio.”

El acto contó también con la intervención de Jesús Quintero, amigo de la artista a quien ella agradece que “me ha ayudado siempre, desde el principio”. En su intervención, Quintero ha cuestionado a los asistentes “¿Qué sería del flamenco sin Jerez?” haciendo alusión a la importancia de la ciudad del jerez como cuna de tantos artistas de flamenco.También ha hecho referencia a que “cada vez se canta más hondo, más profundo, más de verdad y Montoya es un ejemplo  de ello.” El periodista ha elogiado a la Reina Gitana diciendo que “esta es una artista para triunfar, ya que llega a lo más hondo. Un genio del futuro. Ella tiene todo lo que se necesita para llegar a la cumbre, aunque para mí, con este disco ya ha llegado.”

Cuando la artista ha salido al escenario, ha sido aplaudida por todos los allí presentes como muestra del cariño y admiración que su público le tiene. Y es que ella, se lo ha ganado a pulso, no sólo lo ha demostrado con el lanzamiento de su primer disco si no también, siendo la única calé con el Título Superior de Profesora e Instrumentista.

Su primer disco
Tal como afirmaba en la presentación, el guitarrista Lozano Carbonero, “el primer disco nunca se olvida, y para mí ha sido un honor participar en él, pues me ha recargado las energías.”
Con un título llamativo cuanto menos, ‘Mucha lumre’, tomando los términos muchedumbre y luz, la artista ha tratado de “dejar sin palabras como lo hace su música” según nos cuenta María Higuero. “Tal como Platón dijo, la música es un atajo para llegar al alma, y la música de Rosario Montoya, no quema, pero da calor.”
Pero sin duda, lo que más disfruta y llena a la pianista es “ver cómo sale brillo de los ojos de la gente tras escucharme tocar en algún concierto. Cuando termina, muchos se acercan y me dicen que mi música les ha llegado al alma, que se les ha encendido en ellos una llama que llevaba mucho tiempo apagada.”

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN