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Miércoles 03/07/2024  

Jerez

La vendimia acaba con la vista puesta en los precios y la maquinaria

La producción final andará entre los 64 y los 70 millones, por debajo de lo previsto

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  • La vendimia ha llegado ya a su final -
  • Desde Asaja reclaman más facilidades para renovar las máquinas y lamentan el “poco aliciente” para implicar a los jóvenes

No será recordada como la mejor vendimia de la historia, pero al menos el balance de la presente campaña, que ya da sus últimos coletazos en el Marco de Jerez, es “bastante mejor” a la de hace un año y “optima” en calidad y sanidad.
   

Finalmente, las labores de recolección de la uva se han prolongado dos semanas escasas después de que las altas temperaturas cambiaran las previsiones del sector y obligaran a adelantar las tareas, que se generalizaron después del puente de la Caridad, es decir, el 16 de agosto.
A estas alturas, tal y como apunta a este periódico Francisco Guerrero, presidente de la organización agraria Asaja-Asevi, la vendimia en el término municipal de Jerez “está prácticamente terminada” y, de hecho, los lagares de las grandes bodegas como González Byass, Fundador o Estévez han concluido su actividad, que sí se mantiene, precisa Guerrero, en algunos puntos  puntos de la costa (Sanlúcar, Chipiona, Chiclana..), ya sea porque ha costado más que la uva coja grados, porque comenzaron más tarde, o porque les queda aún otras variedades.

“La cosa no ha ido mal, pero ha sido algo menos de lo que se esperaba”, indica el representante de Asaja, pues estima que la cifra final de la producción andará entre los 65 y los 70 millones de kilos de uva frente a la horquilla de 70 y 75 millones previstos al inicio de la campaña, lejos de los 62 recogidos en 2016. De nuevo, detrás de este descenso está el comportamiento meteorológico. Las altas temperaturas y el viento de levante de finales de julio y principios de agosto han pasado factura a la fruta, obligando a adelantar la campaña, con lo que, previsiblemente, mermarán las cantidades finales.

“Se ha perdido caldo pero, en cambio, la uva ha cogido grado”, explica Guerrero, hasta el extremo que en algunos casos ha superado los 13 grados frente a los 11,7 de media indicados por el Consejo Regulador de Vinos del Marco de Jerez (en la denominación se pide expresamente un mínimo de 10,5 grados para empezar a recolectar). Con la vendimia ya casi finiquitada, las miras del sector están puestas en el “gran problema” de los precios, ya que al ser “tan bajos” (entre 35 y 36 céntimos el kilo de uva) y con subidas casi ínfimas, “la rentabilidad para el viticultor es mínima”, independientemente de que el año sea muy bueno, señala.

Se trata de un lastre contra el que el sector lleva años lidiando y por el que hay “poco aliciente” para que las nuevas generaciones se animen a vendimiar los vinos de Jerez. Junto con estas circunstancias, tampoco ayuda al sector el estado actual de la maquinaria, que necesita urgentemente una renovación y más cuando estamos hablando de una vendimia cada vez más mecanizada.
Al fin y al cabo, a juzgar por las palabras de Guerrero, es la pescadilla que se muerde la cola ya que “con este poco rendimiento en precio, difícilmente vamos a renovar la maquinaria” por mucha convocatoria de subvenciones que haya, puesto que los créditos “los tienes que pagar”. De ahí que reclamen “más facilidades” para fomentar las campañas de vendimias de los vinos de Jerez.

El nivel de humedad, clave para la campaña

Según datos del Consejo Regulador de Vinos del Marco de Jerez, la pluviometría de la campaña ha estado en el entorno de la media histórica del Marco de Jerez (620 l/m² año), con ciertas variaciones dependiendo de los pagos, pues hay que recordar que la Denominación de Origen se extiendo por nueve municipios distintos y desde el interior hasta la
costa. Pero aún es más importante el hecho de que la lluvia ha caído de una manera repartida y
sin grandes tormentas, manteniendo el suelo con un buen nivel de humedad y sin perdidas por
exceso de agua ni problemas de erosión del terreno, algo habitual cuando las lluvias son
intensas en un corto periodo de tiempo. Por contra, la nota más “negativa” ha sido las altas temperaturas de finales de julio y comienzos del pasado mes de agosto.

6.500 hectáreas, las mismas que en 2016

Lo que no ha variado respecto al año pasado son las superficies de viñedo, que se mantienen en 6.500 hectáreas, lo cual tampoco motiva a los más jóvenes. “No hay jóvenes, no hay viña nueva ninguna, solo se renuevan las que se han arrancado antes, estamos hablando de las mismas hectáreas”, lamenta el presidente de la organización agraria Asaja, que confía en que de cara al próximo año el sector trabaje más en esta y otras asignaturas pendientes.

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