La del jueves fue una jornada radiante en el recinto ferial, de sol y buen ambiente, con las casetas a rebosar de público a eso de las cuatro de la tarde. De hecho, fue complicado encontrar una mesa libre para tomar una copa y una de las ricas raciones que sirven los caseteros. Al buen ambiente contribuyó sin duda el elevado número de mujeres vestidas de gitana y un paseo de caballos que reunión un buen puñado de jinetes bien ataviados.
El jueves fue también el día de la entrega de premios a las casetas más bellas del recinto. El Ayuntamiento y el jurado nombrado a tal efecto destinaron el primer premio a la legendaria caseta Labradores, cuyo galardón fue recogido por Antonio Arias; el segundo premio fue para la caseta de la hermandad de Nuestra Señora del Rocío, recogiendo el testigo la hermana Rocío de la Villa; y el tercero para La Garrocha, haciendo lo propio María Elena Miras Quero.
Pero el recinto acogió otras citas de interés en el plano social, como el reconocimiento que brindó la peña taurina Emilio Oliva al socio de 53 años Francisco Arminio Méndez, con 25 años en la entidad. Se trata de la persona que tradicionalmente se ha ocupado de las tareas de apertura de la puerta de toriles en los tentaderos donde ha participado la peña. Emocionado, recogió un presente de manos del socio Manolo Mulero y del presidente de la entidad. Esta asociación cuenta desde hace años con su propia caseta, que no solo reúne a la afición taurina, sino a público de toda condición.
También fue una jornada especialmente frenética en las casetas de copas que acaban adueñándose del ambiente ferial, con actuaciones musicales para todos los públicos, sin tener que pagar la entrada como en otras ferias. Las empresas aprovecharon también el jueves para seguir celebrando sus comidas, al igual que la militancia política de Arcos se repartió entre las casetas del PSOE, PP e Izquierda Unida.
